Tumba Vacía: Detalles de la Resurrección de Cristo

Tiempo de lectura: 9 min
Tumba de Jesús. Resurrección de Jesucristo. Historia de la Pascua. El concepto de la Pascua cristiana.

 

En este, nuestro cuarto blog de las seis publicaciones que exploran la validez de la resurrección de Cristo, te invitamos a considerar la evidencia histórica y objetiva que da a los creyentes la certeza de que Jesús resucitó de la muerte, ¡dejando una tumba vacía como lo prometió! Puedes optar por leer primero nuestras publicaciones de blog anteriores sobre los detalles de la crucifixión  y el entierro, si te las perdiste.

Hoy día veremos cinco hechos importantes de la tumba vacía, y por qué los guardias romanos y los líderes judíos eligieron encubrir la verdad de la resurrección de Jesús.

En un abrir y cerrar de ojos, en el tercer día de Su sepultura, sucedió algo asombroso: ¡Jesús venció a la muerte para vivir de nuevo! ¡Ninguna otra tumba vacía tiene tanto significado.

Los Críticos se niegan a creer en el sepulcro vacío

Esta es la parte de la historia de la resurrección que los críticos realmente no creen. Algunos se han opuesto a la historia del  sepulcro vacío afirmando que se trataba de la creación de una leyenda o una disculpa apologética, en lugar de un hecho histórico. Pero una de las evidencias más convincentes que demuestran que la historia del sepulcro vacío es verdadera es que su vacuidad fue descubierta primero por las mujeres.

Esto es significativo porque en el tiempo de Jesús, las mujeres tenían muy poco poder o autoridad. De hecho, excepto en casos muy excepcionales, la ley judía excluía a las mujeres de dar testimonio en un tribunal de justicia. Entonces, si los relatos de la resurrección se hubieran fabricado, como dicen los críticos, las mujeres NUNCA se habrían incluido como los primeros testigos. El sentido común nos dice que la mejor razón por la que se reportó que las mujeres tuvieron ese honor, es porque era la verdad de lo que sucedió.

Estas mujeres eran valientes, pero la Biblia nos dice que los hombres discípulos de Cristo no lo eran. La mayoría se apresuraron a esconderse mientras Jesús enfrentó sus horas más difíciles. Sin embargo, los líderes judíos atribuyeron a estos hombres la posibilidad de poseer el coraje suficiente para intentar robar el cuerpo de Jesús, a fin de hacer circular el rumor de que Él se había levantado de entre los muertos.

Así que los líderes judíos tomaron precauciones adicionales: se aseguraron de que el lugar del entierro de Jesús, una tumba nueva y sin uso que pertenecía a  José de Arimatéa,  fuera protegida por una unidad de soldados romanos altamente entrenados. Esta unidad de guardia, de cuatro a diez hombres, sabían que se enfrentaban a un castigo severo, e incluso la muerte, si el cuerpo de Jesús desaparecía bajo su vigilancia. Así que pensar que estos soldados no tomaron en serio sus órdenes, de vigilar con diligencia la tumba las 24 horas del día (algunos habrían dormido mientras otros vigilaban), es absurdo. 

La crueldad de los soldados romanos era bien conocida y temida. Sin embargo, la Biblia nos dice que estos soldados experimentados se desmayaron del terror  cuando se presentó el ángel escogido por Dios y rodó la piedra de varias toneladas lejos de la entrada de la tumba. ¡Qué escena! Me gusta cómo el comentarista bíblico Matthew Henry   lo describe: “El ángel sentado sobre la piedra, después de que el la movió, muestra un triunfo seguro sobre todas las obstrucciones de la resurrección de Cristo. Allí el ángel se sentó, desafiando a todos los poderes del infierno al mover de nuevo la piedra de la sepultura”.

¿Quién sabe si esos soldados, a pesar de aceptar el soborno que los líderes judíos les dieron para que se callaran, se convirtieron en creyentes? O cuando se les pasó el shock, ellos simplemente como muchos críticos, ¿se negaron a creer lo que habían experimentado?

Se han presentado muchas teorías para desacreditar la resurrección. Una de las primeras teorías afirma que el sitio de la tumba de Jesús era desconocido. Me tengo que coger la cabeza ante la ridiculez de esta teoría. José de Arimatea, miembro del Sanedrín,  sabía claramente dónde estaba su propia tumba, al igual que Nicodemo, quien ayudó a José a preparar el cuerpo de Jesús para el entierro.

Los guardias también sabían claramente la ubicación de la tumba, como también los sacerdotes. ¡Incluso las mujeres que se acercaron a la tumba tres días después y la encontraron vacía sabían su ubicación exacta,  —al igual que los discípulos que corrieron para verla por sí mismos al escuchar la historia de las mujeres! ¡El complot del secreto tiene tantos agujeros que no se sostiene!


Datos importantes de la tumba vacía

Recapitulemos cinco hechos importantes de la resurrección de Cristo. Podrías incluir los hechos cuando compartas la Buena Nueva con amigos y familiares en este tiempo de Pascua.

# 1: El Sello romano estaba roto: el sello representaba todo el poder y la autoridad del imperio romano. Cualquiera que tratara de robar el cuerpo de Jesús habría sido muy consciente de que al hacerlo se estaban tomando a Roma. ¿Los discípulos de Jesús se habrían atrevido a hacer esto? ¡De ninguna manera! Estaban confundidos y asustados, y la mayoría estaban escondidos. ¡Incluso Pedro, quien juró estaría dispuesto a morir por Jesús, negó conocer a Cristo tres veces antes de la crucifixión!

# 2: La Piedra fue removida: Lo primero que impresionó a las personas que se acercaron a la sepultura vacía esa mañana fue la posición inusual de la piedra maciza que cubría la entrada de la tumba. No solo que la pesada piedra se había movido, sino que había sido rodada hacia arriba de la pendiente y estaba inclinada. La raíz griega para la palabra rodar es kulio. En su Evangelio, Marcos agregó la preposición ana, —que significa “arriba o hacia arriba”—, a la palabra kulio para explicar la posición de la piedra. Así que anakulio puede significar “rodar algo hacia arriba de la  pendiente o en inclinación”.

En su Evangelio, Lucas usó la misma raiz kulio, pero añadió una preposición diferente, apo. Apo puede significar, según los léxicos griegos, “una separación de” o “distancia de”. Apokulio, entonces, significa rodar un objeto de otro para que se “separe a cierta distancia de él”. Juan, en el capítulo 20 de su Evangelio, usó un verbo griego diferente, airo, que significa “recoger algo y llevárselo”. En conclusión: Si los discípulos de Jesús, hubieran encontrado el coraje para robar su cuerpo, no habrían perdido el tiempo o la energía para mover la piedra tan lejos; ¡especialmente si ellos también tuvieran que luchar contra los soldados romanos!

# 3: Las Mortajas que permanecieron en la tumba: Jesús se había ido, ¡pero Sus vestimentas fueron los testigos de su resurrección! Si recuerdas la publicación del blog de la semana pasada, el cadáver de Jesús estaba envuelto en un paño de lino que contenía especias aromáticas mezcladas con una sustancia gomosa llamada mirra. La mirra se habría adherido estrechamente al cuerpo de Jesús, haciendo casi imposible que alguien que estuviese robando el cuerpo de Jesús pudiera quitarle la mortaja. Como dice el Reverendo Michael Green, “Ningún ladrón de tumbas hubiera podido poner en práctica algo tan notable”. Tampoco le habría entrado en la su cabeza esa idea. En efecto, el ladrón simplemente habría tomado el cuerpo, con mortajas y todo”!

# 4: Guardias pagados para guardar silencio: Los líderes judíos inmediatamente entendieron que tenían un problema. ¡No solo no pudieron producir el cuerpo perdido de Jesús, sino que también tuvieron que silenciar rápidamente a los testigos vivos! Así que sobornaron a los soldados con una buena parte de dinero y les prometieron protección en caso de que Pilato tratase de castigarlos por no proteger la tumba. Obviamente, los líderes judíos deben haber inspeccionado la tumba y darse cuenta de que los guardias estaban diciendo la verdad. ¿Por qué otra cosa cubrirían a los guardias y les pagarían dinero para difundir la mentira de que se quedaron dormidos?

# 5: Cristo visto vivo por muchos. Sabemos que Jesús se apareció a las mujeres y a sus discípulos en numerosas ocasiones. En 1 Corintios 15,  Pablo escribe: Cristo murió por nuestros pecados, tal como lo dicen las Escrituras. Fue enterrado, y resucitó de entre los muertos al tercer día, tal como lo dicen las Escrituras. Fue visto por Pedro y luego por los Doce. Después de eso, fue visto por más de 500 de sus seguidores a la vez, la mayoría de los cuales todavía están vivos. Dice el erudito del Nuevo Testamento C. H. Dodd: “No puede haber ningún propósito al mencionar el hecho de que la mayoría de los quinientos todavía están vivos, a menos que Pablo esté diciendo, ‘los testigos están allí para ser interrogados’”.

¿Por qué es tan fácil para nosotros desacreditar lo obvio? En la publicación del blog de la próxima semana, examinaremos e invalidaremos otras teorías que se han presentado para desacreditar la resurrección de Cristo.


Reflexiones

Incluso a los israelitas, que vieron muchos de los milagros de Dios de primera mano, les resultó fácil dudar y desacreditar a Dios. Entonces, ¿deberíamos sorprendernos de que algunos críticos simplemente rechazaran creer que Jesús, como Dios en forma humana, podría morir y resucitar? ¡Dios es el perfecto Yo Soy! El tiene el pasado, el presente y el futuro en sus manos poderosas. Tú y yo estamos llamados a amar a Dios, y los unos a los otros, porque El nos amó primero. Hasta que cada uno pueda, con humilde agradecimiento reconocer y aceptar el don de la cruz, tendremos problemas para amar y seguir a Dios.

 Acepta el Desafío de Pascua: ¿Con quien puedes compartir el asombroso amor de Dios por nosotros? ¿A quien puedes invitar a la iglesia el domingo de Pascua? Después de leer lo que Jesús hizo por ti y por mí, ¿te animas a conocerle personalmente  el día de hoy?

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