¡Bienvenidos! Y gracias por acompañarnos en esta, nuestra última publicación en la serie de blogs de un año que hemos llamamos “Juntos en una Aventura”. En esta publicación, Josh McDowell nos ofrece cuatro consejos para evaluar la fuente de conflicto en nuestras vidas. ¿Cuántos hemos creado?

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Lecciones importantes de la vida
Si fuera por mí, para cuando los estudiantes salieran de la escuela primaria tendrían la intención de reflejar buena ciudadanía a través de sus palabras y acciones. ¡Piensa cuán grandioso sería la secundaria y la preparatoria sin el drama innecesario!
También me aseguraría de que los adolescentes aprendieran los conceptos básicos financieros fundamentales: que puedan equilibrar una chequera y que entiendan que la libertad financiera sigue al ahorro y no al uso indebido de las tarjetas de crédito. ( Que desarrollar un hábito diario de café con leche de $ 5 no es inteligente). Y que se den cuenta del fraude de la gratificación instantánea, y que cada elección y acción (e inacción) se suman para dar forma a el camino de su vida.
Hombre, me gustaría que * entiendan * que se supone que la vida debe ser difícil, a fin de desarrollar su fuerza interior, su confianza y su ingenio. Y que de nada les sirve caminar continuamente ofendidos y en conflicto con otros. ¿No les decimos a nuestros hijos que no intimiden unos a otros? Pero ellos observan cómo nosotros “los adultos” luego nos denigramos viciosamente, particularmente en el internet.
¿Dónde está la desconexión? Mi pensamiento está almacenado dolor y enojo.
Muchas personas viven furiosas porque no saben cómo productivamente desahogarse. Carecen de las herramientas para una coexistencia pacífica; no se les ha enseñado a mostrar respeto por las diferentes opiniones que los rodean.
El irritante ego
Estallar temporalmente con alguien, se siente poderoso, pero al final logra muy poco. Dios nos diseñó para vivir en comunidad, pero impedimos cualquier posibilidad de eso cuando “vivimos” la vida en conflicto. Vivir “en comunidad” exige una buena ciudadanía: límites saludables, formas fiables de expresar necesidades y sentimientos; y corazones humildes.
Sin embargo, ¿no es el mensaje general que recibimos de la sociedad de vivir preocupados por nosotros mismos?
Si se nos alienta a que nos absortásemos nosotros mismos, la sociedad no logra mantenernos en un nivel aceptable de comunidad. No podemos, por ejemplo, arrojarle malas palabras a alguien y no esperar el efecto del bumerán. No podemos lanzar un golpe y no esperar ganar también contusiones. No podemos buscar venganza y no esperar una respuesta intensificada. A menos que se nos enseñe a vivir en un estándar más alto que diga, trataré a los demás con bondad, porque todos son hijos de Dios altamente valorados.
De alguna manera, hemos permitido a la sociedad “¡ir por el gusto!” en la dirección equivocada. ¡Cuán desesperadamente necesitamos un ajuste de rumbo para comprometernos nuevamente con los valores desinteresados de la amabilidad, la honestidad, la cortesía, etc. Han visto a Mr. Rogers en el TV? ¡Necesitamos su humilde influencia!
“Vivimos en una cultura egocéntrica. El énfasis de la sociedad está claramente en complacernos a nosotros mismos, no en nutrir nuestras relaciones. Por lo tanto, debemos elevarnos por encima de nuestra cultura y resolver nuestros conflictos, no disolver nuestras relaciones, si realmente queremos experimentar relaciones íntimas y satisfactorias ”. ~ Josh #conflictos
Los 4 consejos de Josh para navegar conflictos
A pesar de lo que nuestros medios exaltan, que no somos muy cheveres o bacanos para la escuela cuando somos patanes con otras personas. Ni siquiera cuando estamos reaccionando a un imbécil que nos rechazó primero. Debemos recordar que nuestra respuesta es completamente independiente de cómo nos tratan.
La causa fundamental de gran parte del conflicto en nuestro mundo actual es nuestra falta de voluntad para perdonar. Como señala Josh, “El perdón es el aceite de las relaciones”. Dios nos llama a perdonar. No para disculpar las acciones de la otra persona, sino para LIBERARNOS. Jesús nos dice que perdonemos para que no caminemos solo esperando una excusa para descargar nuestros depósitos almacenados de ira y dolor (Página en inglés: josh.org)
A veces nos llega el conflicto. Pero otras veces lo traemos. Veamos los 4 consejos de evaluación de conflictos de Josh:
Consejo 1: Evalúa tu actitud. Como Aretha Franklin cantó de manera famosa, lo que está en cuestión es tu R-E-S-P-E-T-O por los demás.
¿Estás hablando respetuosamente a los demás? ¿Estás escuchando respetuosamente a los demás? ¿Estás mirando respetuosamente a los demás, o dándoles miradas que comunican “¡Eres estúpido!”? ¿Estás actuando respetuosamente? La verdad: si somos irrespetuosos con los demás, también nos estamos faltando el respeto a nosotros mismos.
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Consejo 2: Evalúa tu base emocional. ¿Te pareces a un cactus espinoso?
Hay una razón por la cual, en Efesios 4:26, la Biblia nos recuerda que debemos descargar nuestra ira todos los días antes de que se ponga el sol. Nuestra ira es como botas de cemento. Cuando nos negamos a quitarnos las botas, caminamos de mal humor. Solía pensar que no podía liberar la ira porque la persona que me ofendió podría recibir el mensaje equivocado de que estaba de acuerdo con lo que habían hecho. Pensé que aparecería como un imbécil. Pero liberar rencor en realidad demuestra nuestra fuerza (Página en inglés: josh.org). Finalmente, aprendemos que el perdón es para nuestro propio beneficio, no para nada más. ¡Tenemos el poder!
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Consejo 3: Evalúa cómo reaccionas: ¿La gente te responde negativamente debido a tus patrones de comportamiento?
Entonces, aquí está la cosa: hasta que aprendamos a ser mejores, tendemos a hacer eco de los malos patrones que aprendemos en casa. Cuando tienes un conflicto, ¿has aprendido a darles a las personas un tratamiento silencioso y congelarlos hasta que decidas descongelarlos? O tal vez tu defecto es chuparles la sangre con sarcasmo. O tal vez empiezas a llorar para difuminar el conflicto. O se pone una sonrisa en la cara, actuando como si nada estuviera mal (Página en inglés: josh.org). Tenía una compañera de cuarto de la universidad que desviaba cualquier conversación que ella no quisiera tener. Si le dijera, por ejemplo, “Me gustaría saber por qué dejas los platos en el fregadero en lugar de ponerlos en el lavavajillas”, ella respondía con algo como: “Cuando seas perfecto, podremos hablar”. Yowza! Es difícil tratar con un narcisista
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Consejo 4: Evalúa si eres reactivo: ¿Esperas para ver cómo la gente te trata antes de decidir cómo tratarlos?
He escuchado a cierta gente decir: “Solo respeto a las personas que me dan respeto”. Eso puede sonar lógico, pero es una postura inmadura. Y carece de la gracia, que TODOS necesitamos en los días en que no brindamos lo mejor de nosotros. Nuestro respeto debe basarse por completo en nuestra elección de ser como Jesús. El tuvo compasión y gracia incluso para las personas más groseras. Quizás esta analogía te ayude: imagínate a ti mismo como una piedra preciosa brillante y radiante. No te conviertes en un carbón solo porque te arrojan a un balde lleno de estos. ¿Correcto?
La famosa oración de San Francisco de Asís incluye esta línea: “Señor, hazme un instrumento de tu paz”. Imagínate cómo serían nuestras relaciones si nosotros también nos comprometiéramos fervientemente a esta oración. #zona-no-conflicto #buenas-relaciones #comunidad-sana
En nuestra próxima publicación de blogs, veremos más sobre la dinámica de las relaciones.
Ponerse al día: La publicación introductoria de esta serie.
Traducido por Pilar C Quintero