¡Yay! Regresaste por más en esta serie basada en el clásico de apologética más vendido de Josh: Más que un carpintero. Seguimos mirando a Jesús, para responder a la pregunta, “¿Quién es Él?” ¿Un profesor? ¿Un loco? ¿O en realidad Dios?
¡Todo acerca de Jesús parece confuso! Al menos hasta que comencemos a mirarlo realmente, aclarando los hechos de lo que hizo, lo que enseñó y lo que dijo acerca de sí mismo. Muchos cristianos, si son honestos, luchan con la humildad de la cruz. ¡Seguramente, si Jesús es Dios, no necesitaba haber entrado y salido de este mundo como un siervo humilde y un cordero sacrificado! ¿Cómo representa eso a un Dios poderoso?
Más que un Carpintero blog #quiénesJesús
Jesús, ¿eres Dios?
¿Dijo Jesús que Él es Dios? Muchos argumentan que Jesús no dio una respuesta definitiva. ¡Pero tal vez lo hizo! Miremos las propias palabras de Jesús, tal como están registradas en la Biblia.
En Juan 5:16-18, hay una confrontación entre Jesús y un grupo de líderes judíos. Se desencadena cuando Jesús cura a un cojo en sábado, el día en que los judíos tienen prohibido trabajar. Los líderes judíos comienzan a acosar a Jesús. Él responde: “Mi padre siempre está trabajando, y yo también”. Jesús podría haber dicho: “Padre nuestro”, pero no lo hizo. Él dijo: “MI Padre”. Según las reglas del idioma judío, Jesús hace una afirmación que los judíos no pueden malinterpretar. Y al elegir esta frase, Jesús claramente coloca su propia actividad en un plano igual al de Dios.
Luego, Jesús agrega combustible al fuego al declarar: “El Padre y yo somos uno” (Juan 10:30). AT Robertson, un erudito griego estimado, explica que la palabra griega “uno” en este pasaje no indica uno en persona o propósito, sino uno en esencia o naturaleza. La afirmación de Jesús agita a los líderes judíos a una ira incontrolable. Recogen piedras para matarlo. Jesús responde: “Por mandato de mi Padre he hecho muchas buenas obras. ¿Por cuál me apedreáis?” (Juan 10:31-42).
Jesús también afirma audazmente: “Si me conocieran, también conocerían a mi Padre” (Juan 8:19). Y añade: “Porque cuando me veis, estáis viendo al que me envió” (Juan 12:45), y “Cualquiera que me odia, también odia a mi Padre”(Juan 15:23), y “Todos honrarán al Hijo, como honran al Padre. El que no honra al Hijo, ciertamente no honra al Padre que le envió” (Juan 5:23). En Marcos 2, cuando Jesús sana a un paralítico, dice: “Hijo mío, tus pecados te son perdonados”. “¿Qué está diciendo?” gritan los judíos. “¡Esto es una blasfemia! ¡Solo Dios puede perdonar los pecados!”
Bajo juramento en Su juicio, a Jesús se le pregunta directamente: “¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios bendito?” Jesús responde: “Yo soy, y me veréis, el Hijo del Hombre, sentado a la diestra de Dios en el lugar de poder y volviendo sobre las nubes del cielo” (Marcos 14:60-62). Por sus propias palabras, Jesús se incrimina a sí mismo, poniendo en marcha la crucifixión que cubre para siempre a los creyentes en la maravillosa gracia de Dios. Jesús no vino a impresionarnos con el poder de Dios, sino a dejarnos boquiabiertos con su amoroso sacrificio. Claro, Jesús podría haberse ahorrado la angustia y la tortura de la cruz. Pero ese habría sido el camino más fácil para el Creador del universo.
¿Entonces Dios realmente existe? (Video en inglés de Sean McDowell) Si. ¿Es Jesús realmente Dios? Si. Quédate con nosotros en esta serie. ¡Tenemos mucho más que contarte acerca de este Jesús!
En la mayoría de los juicios, los acusados son juzgados por lo que presuntamente han hecho. Jesús fue juzgado por quien decía ser. ¡Cuán ciegos fueron sus acusadores! Mientras Jesús sufría una agonía insoportable en la cruz, los líderes judíos se burlaban de Él con Sus propias palabras. “Él salvó a otros”, se burlaron, “¡pero no puede salvarse a sí mismo! Así que Él es el Rey de Israel, ¿verdad? ¡Que descienda ahora, y creeremos en Él! Él ahora si lo quiere. Porque dijo: ‘Yo soy el Hijo de Dios'”.
Jesús: ¡Más que un Carpintero!
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