Lectura bíblica: Salmo 141:4
No dejes que mi corazón se incline a cosa mala, para hacer obras perversas. Salmo 141:4
Si fueras un elefante, podrías detectar el peligro en el suelo o en el aire simplemente por mover la trompa.
Si fueras una mosca, podrías fácilmente detectar un matamoscas usando los 4.000 lentes en tu ojo. Si fueras un pez, podrías sentir a un predador aun antes de verlo por medio de un órgano de sentido especial llamado línea lateral.
Pero ésta es la pregunta importante: ¿Puedes tú reconocer un peligro espiritual cuando te acecha? ¿Puedes detectar cuándo está por aparecer una situación que te puede hacer daño?
Estás en casa o en la escuela o con tus amigos, y de pronto te sientes tentado a hacer algo que no debes. Cederás aun antes de saber qué sucedió. A menos de que estés atento para percibir las cosas malas, tendrás problemas en poder alguna vez reconocer y elegir lo correcto que corresponde hacer.
Hay tres maneras muy importantes de ser más sensible a los peligros espirituales, de desarrollar tus sentidos a fin de percibir lo malo antes de que te tome por sorpresa:
- Estudia la Biblia. La Palabra de Dios muestra cómo reconocer la diferencia entre lo bueno y lo malo. Cuando Tonia se sentía confundida en cuanto a cómo llevarse bien con una compañera difícil, buscó en la Biblia para ver qué decía acerca de amar a otros. La ayudó a ver lo malo antes de actuar de un modo que entristeciera a Dios.
- Escucha al Espíritu Santo. No es la intención de Dios que estés solo cuando necesitas detectar lo malo. Miguel se sentía incómodo cuando estaba con sus amigos y ellos se zafaban y se metían en líos. A menudo sentía como si alguien le estuviera diciendo que se retirara de esa situación desagradable. Pero le llevó tiempo comprender que no era únicamente su cabeza lo que le habla- ba. Era el Espíritu Santo impulsándolo a huir del mal.
- Entrega tu corazón a Dios. Las tentaciones son más fuertes cuando no hemos decidido si vamos a obedecer a Dios o no. Hasta que Carla se decidió por fin a tratar mejor a su hermanito, no sentía el peligro. No veía la diferencia entre lo bueno y lo malo. Decidirse realmente a hacer lo bueno resultó que fuera para ella más fácil detectar el mal y hacer el bien.
Dios quiere que estés vigilante para percibir el mal. Déjale que te enseñe a ver lo malo por lo que realmente es: ¡un peligro para ti!
PARA DIALOGAR: ¿Qué puedes hacer para estar más consciente del mal a tu alrededor? ¿Cómo pueden ayudarse los unos a los otros a permanecer vigilantes?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos para que nuestro corazón no se sienta atraído por el mal. Ayúdanos a detectar las cosas malas antes de que nos venzan.
PARA HACER: ¡Practica estar en guardia para percibir las advertencias de Dios de que estás por hacer algo malo!