Lectura bíblica: 1 Timoteo 4:11-13
Ocúpate en la lectura, en la exhortación y en la enseñanza. 1 Timoteo 4:13
Bueno, ¿qué tal vas con el culto familiar?
Tema para comentar: ¿Qué palabras usarías para describir los beneficios que obtienes del culto familiar? Dediquen unos minutos para conversar sobre el tema.
¿Usó alguien palabras como “comprensión”, “placer”, “crecimiento” o “estar cerca de Dios”?
Adoptar la costumbre de estudiar la Biblia —ya sea como individuos o como familia— es como ponerse físicamente en forma. Al igual que el ejercicio físico, leer la Biblia regularmente produce grandes resultados, ¡resultados que se ven! Y después de un tiempo no te va a gustar la pesadez que sientes cuando dejas de hacerlo uno o dos días.
Si sigues con tu costumbre de orar y estudiar la Biblia diariamente, ¿cuál será tu condición espiritual dentro de un año? ¿Cual será tu condición si no dedicas tiempo a desarrollar tu fe?
Dios quiere que te mantengas cerca de él. Pero una enorme razón por la cual a la gente le resulta tan trabajoso leer la Biblia es que nunca han aprendido algunas pautas sencillas para el estudio personal:
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- Empieza de a poco. Comprométete a dedicar cinco minutos diarios al estudio bíblico. Por lo general descubrirás que lees más tiempo.
- Pídele al Espíritu Santo que te ayude a comprender. Al sentarte para leer, pídele a Dios que te enseñe.
- Usa una traducción de la Biblia que puedas comprender.
- Comienza por las partes claras y básicas. No es necesario que primero leas, aunque con dificultad, todo el Antiguo Testamento. Empieza con el libro de Marcos, Juan o Romanos.
- Ten a mano cuaderno y lápiz. Toma apuntes de cada sección que lees: ¿Cuál es el tema principal de esta sección? ¿Qué me enseña acerca de Dios? ¿Qué me indica de mí mismo? ¿Qué voy a hacer con lo que aprendí?
Puedes concluir agradeciendo a Dios por lo que has aprendido. Ora algo así: “Padre, te doy gracias porque la Biblia me da paciencia y aliento. Por favor ayúdame a no sólo oír tu Palabra sino a ponerla en práctica. Amén”.
PARA DIALOGAR: ¿Qué cosas te impiden leer la Palabra de Dios todos los días?
PARA ORAR: Señor, dame la confianza y el poder para leer tu Palabra todos los días.
PARA HACER: Como familia, ¡renueven su compromiso de estudiar juntos la Palabra de Dios!