Lectura bíblica: Marcos 14:17-26
Esto es mi sangre del pacto, la cual es derramada a favor de muchos. Marcos 14:24
—Los cultos son tan aburridos —lloriqueó Lucas—. Y no veo por qué tenemos que hacer esa cosa de la Comunión. Al final de cuentas, ¿qué es eso?
¿Te sientes alguna vez como Lucas los domingos a la mañana? ¿Alguna vez dejas vagar tu mirada por la ventana deseando poder trasladarte a otra época y lugar? Bueno, cada vez que hacemos lo que Lucas llama “esa cosa de la Comunión”, tenemos la oportunidad de hacerlo. De hecho, cuando participamos de la Comunión —conocida en muchas iglesias como la Cena del Señor— somos como los héroes y las heroínas de ciencia ficción que son remontados al pasado y al futuro.
Cuando Jesús reunió a sus discípulos en el aposento alto para festejar la Pascua, fue como si estuvieran dando un salto en el tiempo, pero no exactamente del tipo ciencia ficción. La fiesta de Pascua era una representación de los acontecimientos del éxodo de Egipto que narra el Antiguo Testamento. Ayudaba a los judíos a que recordaran y alabaran la fidelidad de Dios hacia ellos en el pasado.
Dondequiera y cuando quiera que celebramos la Cena del Señor, es como si diéramos un salto en el tiempo. Es como si fuéramos lanzados al pasado y nos remontáramos al futuro:
- La Cena del Señor te remonta a 2.000 años en el pasado al sacrificio de Cristo en la cruz por tus pecados. “Todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa”, escribió Pablo, “anunciáis la muerte del Señor, hasta que él venga” (1 Corintios 11:26). En otras palabras, cuando celebras la Cena del Señor estás recordando lo que Jesús ya ha hecho por ti.
- La Cena del Señor también te lleva a mirar al futuro, al final de la historia humana. Jesús dijo: “No beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre” (Mateo 26:29). El día del que está hablando Jesús es el día cuando volverá para invitarte a ti y a todos los cristianos a una fiesta de celebración en el cielo. Podremos agradecerle personalmente por su sacrificio que logró nuestra salvación. En otras palabras, cuando celebras la Cena del Señor te estás extendiendo hacia adelante a lo que Jesús promete hacer por ti.
Es un reto para tu mente volver al pasado y pensar en la cruz , y extenderte hacia el futuro y pensar en el regreso de Cristo. Ambos acontecimientos son importantes para tu vida aquí mismo y ahora mismo. Al recordar el pasado estás diciendo: “Señor diste tu vida por mí. Ayúdame a darme a ti”. Al pensar en el futuro estás diciendo: “Señor, tienes un plan maravilloso para mí. Quiero que mi vida cuente para ti. ¡Espero el día cuando me encontraré contigo cara a cara!”.
PARA DIALOGAR: ¿Cómo puedes hacer que cada celebración de la Cena del Señor sea un banquete para recordar?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos a considerar la Cena del Señor con nuevos ojos: a recordar tu muerte por nosotros en el pasado y remontarnos al futuro cuando volverás.
PARA HACER: Vuelve a reflexionar en esta meditación la noche antes de la próxima celebración de la Cena del Señor en tu iglesia.