Lectura bíblica: Marcos 6:45-56
Se fue al monte a orar. Marcos 6:46
Bueno. Esta es la situación. Todos los días de tu vida tus padres hacen que te quedes quieto mientras ellos abren la Biblia y un libro devocional, ¡tal como éste!
Es probable que hayas oído decir lo importante que es dedicarle tiempo a Dios. Lo dice tu pastor. Tu maestro de la Escuela Dominical te lo sugiere a cada momento. Quizá hasta has oído esta afirmación: “Si Jesús tuvo que pasar tanto tiempo a solas con su Padre, con cuanta más razón necesitas hacerlo tú”.
¿Sabes qué? ¡Esa es la verdad! Hay una clara conexión entre los milagros poderosos de Jesús y las horas que dedicó a la oración.
Dedicarle tiempo a Dios con tu familia y amigos es fantástico. ¿Pero le dedicas tiempo a Dios a solas?
La “Hora Quieta” no es sólo para chicos mayores. No es únicamente para la gente mayor como tus padres y pastores. Y no es como cuando te mandan a tu cuarto o a un rincón porque no te portaste bien. Puede ser el momento cumbre de tu día.
Aquí tienes un plan para dedicarle tiempo de calidad a Dios. Sus tres pasos son sencillos:
- Aparta un tiempo a solas con Dios. Concéntrate y descubre un lugar donde nadie te pueda molestar. Vete a un dormitorio, un cuarto vacío, desván, garaje o sótano. Ponte cómodo. Si te da sueño cuando oras acostado, camina alrededor de la habitación. Si estás tenso cuando estás sentado, acuéstate y relájate.
- Háblale a Dios. Dile cómo te sientes: tus resentimientos, frustraciones, alegrías y motivos de gratitud, dile lo que sea, dile todo. Hasta puedes decirle: “Señor, hoy no tengo ganas de hablar contigo, pero lo voy a hacer porque sé que me hace bien”. Lo que dices no es tan importante como la honestidad con que lo dices.
- Deja que Dios te hable a ti. Enfatízale a Dios que quieres oír lo que él te quiere decir. Luego lee algunos versículos y piensa en ellos por un rato. O escucha música cristiana, lee un libro o revista cristianos o sencillamente trae a la mente lo que Dios ha hecho por ti.
Es probable que Dios no te pida que camines sobre el agua, calmes la tempestad o sanes a los enfermos como lo hizo Jesús. Pero Dios tiene planes para ti, ¡y estarás listo para llevarlos a cabo después de dedicar tiempo para estar a solas con Dios!
PARA DIALOGAR: Identifica uno o dos cambios que puedes hacer para que el tiempo que pasas a solas con Dios sea más interesante.
PARA ORAR: Señor, usa el tiempo que pasamos a solas contigo para prepararnos para las cosas buenas que tienes reservadas para nosotros.
PARA HACER: ¡Reserva algo de tiempo hoy para estar a solas con Dios!