Si fueras sólo uno


Tiempo de lectura: 3 min

Lectura bíblica: 1 Corintios 6:18-20
¿O no sabéis… que no sois vuestros? Pues habéis sido comprados por precio. 1 Corintios 6:19, 20
Teresa se encogía de hombros cuando oía decir que la muerte de Jesús por ella era prueba de su amor. Se sentía perdida en un gentío.
—Sí, ya sé, Jesús murió por mis pecados —protestaba—, pero no murió sólo por mí. Murió por todo el mundo. Yo apenas soy una entre millones que ha recibido el perdón de Dios.
Tema para comentar: ¿Alguna vez te sientes como si la muerte de Jesús no te indicara realmente cuánto Dios te ama, porque eres sólo uno entre tantos?
Sí, eres un creyente entre muchos millones. ¡Pero no por eso vales ni un céntimo menos para Dios! Y ésta es la razón: ¡Si fueras la única persona en el planeta, de igual forma, Cristo hubiera muerto por ti!
La Biblia da prueba de ese hecho: Cuando Dios hizo su promesa de rescatar a los seres humanos del pecado, había sólo dos personas en el mundo. En cuanto Adán y Eva pecaron, Dios prometió herir la cabeza de Satanás. (Dios estaba hablando de la victoria que la muerte de Cristo en la cruz produciría; ver Génesis 3:15). Ahora bien, aquí es donde entras . Si tú hubieras estado en el jardín del Edén, en lugar de Adán y Eva, tú también hubieras desobedecido a Dios. Y también hubieras recibido la grandiosa promesa de salvación. Garantizado.
Teresa sabía que la cruz tiene que ver con el pecado y el perdón. Pero nunca había pensando en por qué Dios se había molestado en enviar a Jesús para morir por ella, por qué creía que ella valía el increíble precio de su Hijo para que fuera perdonada. Era todo porque ella era digna de ser amada.
Esa es una noticia tremenda para todos nosotros, porque Teresa no es la única criatura valiosa para Dios. Tú también vales la muerte de su Hijo. ¿Lo dudas? Entonces escucha lo que dice la Biblia en 1 Corintios 6:19, 20: “¿O no sabéis… que no sois vuestros? Pues habéis sido comprados por precio”. Ahora trata de personalizar estos versículos. Dilos en voz alta varias veces y permite que saturen tu cerebro. “Soy tan valioso para Dios que él me compró a un gran precio”.
¿Qué sientes al saber que Dios te ama tanto que pagó un precio enorme por ti, no por nada que hayas hecho, sino simplemente porque te considera de valor? Dios te dice: “Eres valioso”. ¿Qué dices tú acerca de cuánto vales?
PARA DIALOGAR: Explícalo en tus propias palabras: ¿Cómo sabes que la muerte de Cristo indica lo valioso que eres para él?
PARA ORAR: Señor, Señor, apreciamos el valor que nos adjudicas. Y estamos agradecidos por la prueba del valor que nos diste al enviar a tu Hijo a morir por nosotros.
PARA HACER: Tú tienes un amigo que necesita escuchar esta buena noticia. ¡A contársela!


Anterior

Siguiente