Lectura bíblica: 1 Pedro 5:2-9
Apacentad el rebaño de Dios que está a vuestro cargo. 1 Pedro 5:2
—¿El aposo qué? —tartamudea un chico sentado en la primera fila.
—La palabra es “apóstol”, tonto —corrige Adolfo desde la última fila en la clase de la Escuela Dominical—. Por ejemplo, el apóstol Pablo. Un apóstol es un representante oficial enviado por Dios a predicar el evangelio y a enseñar a la iglesias, muchas veces en más de un lugar.
La chica en la primera fila y varios otros se dan vuelta para mirar a Adolfo, quien se vuelve a acomodar en su silla y menea la cabeza ante la ignorancia del resto de la clase. Opina que son unos ignorantes espirituales, y, después de años en la Escuela Dominical, le parece que ya sabe demasiado para sacar algún beneficio de ésta.
Más y más son los chicos que aceptan a Cristo y no tienen idea de lo que se trata la Biblia. Aprender de un maestro bondadoso y paciente —no alguien como Adolfo— los conceptos básicos de nuestra fe es una de sus mayores necesidades. Creélo o no, Dios tiene para cada uno de nosotros una parte que cumplir en ayudar a los nuevos creyentes a nuestro alrededor.
Quizá te gustaría ser maestro. Puedes formar pareja con un adulto para empezar un pequeño grupo de nuevos cristianos que se reúna una vez por semana para aprender y crecer. Quizá quieras ser un invitador que hace la propaganda para los encuentros y consigue participantes para el estudio. O quizá te consideres un compañero cotidiano que tiene el propósito de estar siempre a disposición de los nuevos creyentes a tu alrededor.
Sea cual fuere el rol que cumplas, aquí tienes cuatro cosas que puedes hacer para ayudar a tus amigos que son nuevos creyentes a crecer, y para que, al mismo tiempo, crezcas tú.
Sean sinceros unos con otros. Conversen acerca de lo que está pasando en la vida de cada uno. Incluyan lo que ven que Dios está haciendo y cómo se están desarrollando.
Estudien juntos la Biblia. Lean los versículos que ayuden a tus amigos a cimentar su fe. Muéstrales cómo leer la Biblia por sí solos, junto con un libro devocional como éste. O cuéntales las cosas en la Biblia que te conmueven.
Contesten juntos las preguntas. Tus amigos quizá tengan montones de preguntas. ¡Déjales que las hagan! Si no sabes alguna respuesta, averíguala.
Oren juntos. Esto brinda la oportunidad de demostrar cómo orar y de qué orar. Haz que las oraciones sean una conversación sencilla con Dios acerca de tus pensamientos, sentimientos y necesidades.
Más que ninguna otra cosa, necesitas ser un amigo cristiano. Algunos creyentes nuevos han perdido a sus amigos de antes. ¡Sé tú un amigo!
PARA DIALOGAR: ¿De qué manera puedes ayudar a chicos que son nuevos creyentes?
PARA ORAR: Señor, gracias por darnos el Espíritu Santo, quien nos muestra cómo ayudar a los que recién te conocen.
PARA HACER: Como familia, busquen Biblias fáciles de leer y libros devocionales entretenidos que pueden ayudar a los que recién han aceptado a Jesús como su Salvador.