Lectura bíblica: Juan 15:5-8
Separados de mí, nada podéis hacer. Juan 15:5
Había una vez en los Estados Unidos de América una gigantesca compañía de bebidas deportivas que lanzó una campaña de avisos animando a la gente a “ser como Mike”. “Mike” se refería a Michael Jordan, el astro nacional de baloncesto. La frase “quiero ser como Mike” estaba en todas partes. La decían los chicos. La cantaban los adultos. Y, por los anuncios, parecía que lo único que había que hacer para ser totalmente popular, talentoso y adinerado como Michael Jordan era tomar un trago de esa bebida.
Cada clic del control remoto de la TV te bombardea con la recomendación de que seas como algún famoso. Usa esta colonia, ponte ese maquillaje, toma esa bebida y —¡presto!— serás un famoso.
Tema para comentar: ¿Es posible llegar a ser como las personas en los anuncios? ¿De qué manera podemos llegar a ser como alguien?
A menos que conozcas a alguien personalmente, nunca sabrás cómo es realmente, y si no sabes como es ¡nunca puedes ser como él! Si quieres ser como Mike, tienes que conocer al verdadero Mike, no al Mike de los anuncios. Tienes que pasar tiempo con él, embocar al aro jugando al baloncesto con él y dejar que te susurre en el oído cuál bebida deportiva realmente toma. Tienes que conocer a Mike para ser como Mike.
Del mismo modo, para llegar a ser como Jesús tienes que conocerlo personalmente. Si quieres tener una carácter como el de Cristo tienes que conocer al verdadero Jesucristo tan bien que lo que él es tiene un impacto sobre tu vida. Jesús dijo acertadamente: “Separados de mí, nada podéis hacer”.
Entonces, ¿cómo puedes llegar a conocer a Jesucristo estrecha y personalmente? Puedes escuchar lo que otros dicen de él, pero ¿eso basta? En realidad no, porque estás oyendo únicamente lo que ellos saben de él. Escuchar lo que dicen de Cristo tu pastor o tus padres o tu maestro de la Escuela Dominical, no basta. Tienes que hacer más. Tienes que acercarte personalmente a él.
Los demás no pueden acercarse a Dios en tu lugar. No pueden leer, estudiar, memorizar y meditar la Palabra de Dios en tu lugar. No pueden ocupar su tiempo en hablar con Jesús en tu lugar.
Llegar a conocerlo tiene que ser tu decisión y desafío. Pero cuando lo logras, sucede una cosa buenísima: ¡Llegas a ser como Jesús!
PARA DIALOGAR: ¿Te alegra que Jesús, el Hijo de Dios, quiere conocerte uno a uno? ¿Qué puedes hacer el año que viene para llegar a conocer a Jesús más personalmente?
PARA ORAR: Jesús, gracias por tu invitación a conocerte más estrecha y personalmente.
PARA HACER: Traza planes para dedicarle tiempo a Jesús esta semana y en el año nuevo.