Lectura bíblica: 1 Corintios 13:8-12
Ahora vemos oscuramente por medio de un espejo, pero entonces veremos cara a cara. 1 Corintios 13:12
Whack, whack, whack. El sonido de los martillos retumba en el valle. Los vecinos del anciano lo observan divertidos. Lo han visto hacer cosas raras a través de los años, pero ésta es la más rara de todas. No pueden menos que reírse de él.
El anciano y sus hijos adultos no hacen caso a las risas. En cambio, siguen trabajando. Un clavo aquí, un tablón allá. Pieza por pieza ven que su creación va tomando forma.
—¡Ese viejo loco! —grita alguien—. ¿Por qué está llenando de heno su casa?
—No es una casa —dice otro observador—. ¡Es un barco! Pero ¿para qué quiere un barco aquí?
¡Por aquí no hay agua!
—Oigan, ¿alguno ha visto mis dos elefantes? —interrumpe alguien—. Tenía una pareja de elefantes en el patio, pero han desaparecido.
Al igual que los elefantes, los otros animales van llegando de dos en dos. Cuando se llena el arca, Dios cierra la puerta. La gente afuera se sigue riendo… hasta que empieza a llover.
¿Te das cuenta de lo que está pasando? Todos se creían que Noé estaba loco por obedecer a Dios.
Tema para comentar: ¿Te ha dado Dios alguna vez un mandato que no comprendías? ¿O ha habido alguna ocasión en que alguien creía que estabas loco porque obedecías a Dios?
Las instrucciones de Dios no siempre tendrán sentido para nosotros. Dios le encargó a Noé una tarea: construye un arca. Pero la gente se burlaba de él como si fuera el idiota del pueblo porque nunca habían visto lluvia, mucho menos un diluvio. Aun así, Noé siguió cumpliendo el plan asombroso de Dios aun cuando tenía bastantes razones para dudar. Él hizo exactamente lo que Dios le dijo que hiciera, y sólo cuando el diluvio arrasó con la tierra, pudo empezar a comprender el plan de Dios.
A veces Dios nos coloca en situaciones que parecen no tener sentido, y nos preguntamos si Dios ha perdido los estribos. Nos ordena amar a personas que consideramos indignas de amar y ser amigos de personas que nos vuelven locos. Así que, ¿por qué debemos hacer lo cariñoso cuando no tiene sentido? Entonces nos acordamos de Noé.
Nuestra tarea es clara. Dios quiere que 1) lo amemos y 2) que amemos a los demás aunque no retribuyan nuestro amor. Esa es la manera como amó Jesús, y sus enemigos lo crucificaron. Pero Dios quiere que amemos igualmente. Un día llegaremos a comprender todo. Mientras tanto, sigamos amando como Dios nos guía a hacerlo. Es la única manera de vivir.
PARA DIALOGAR: ¿Cómo te las arreglas para obedecer a Dios cuando sus mandatos no parecen tener sentido?
PARA ORAR: Señor, confiamos en ti lo suficiente como para querer seguirte siempre, aunque no comprendamos tus mandatos.
PARA HACER: ¡Cuando te sientas tentado hoy a ignorar los mandatos de Dios, recuerda a Noé y atrévete a creer que Dios siempre sabe lo que hace!