Mirando adentro desde afuera


Tiempo de lectura: 3 min

Lectura bíblica: Marcos 6:1-6
No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, entre sus familiares y en su casa.
Marcos 6:4
Lalo era gordito e inteligente. Su compañera de clase Olivia también era gordita e inteligente. Lamentablemente, a los demás compañeros les gustaba burlarse de ellos.
Cuando Lalo y Olivia aparecieron tomados de la mano en la última fiesta escolar del año, los chicos sonrieron con desprecio. Y cuando los dos tropezaron y volcaron su limonada, los demás explotaron de risa. Olivia tomó la mano de Lalo y exclamó:
—Vamos, Lalo. ¡Salgamos de aquí!
Las carcajadas siguieron cuando Lalo chocó contra la puerta y se fue al suelo arrastrando también a Olivia.
A menos que seas una persona muy cruel, es probable que sientas lástima por Lalo y Olivia. Quizá no tengas los mismos problemas que ellos, pero es posible que en algún momento te hayas sentido rechazado, malquerido y marginado.
Quizá pienses que Jesús nunca tuvo que enfrentar ese tipo de rechazo. Pero la gente de este planeta le había puesto un letrero a Jesús, el Hijo de Dios, que decía: “Eres un extraño para nosotros”. El apóstol Juan lo dijo directamente: “A lo suyo vino, pero los suyos no le recibieron” (Juan 1:11). Jesús también fue rechazado por los habitantes de Nazaret, el pueblo donde se había criado (ver Marcos 6).
Cuando uno es creyente, tiene que estar preparado para algo de rechazo. Jesús no dejó ninguna duda de que a veces el mundo despreciaría —aun aborrecería— a sus seguidores: “Yo os elegí del mundo; por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:19). No resulta difícil identificar el rechazo en nuestro mundo:

  • Cuando te niegas a hacerle bromas a un compañero que no encaja, tus compañeros pueden borrarte de su lista de amigos.
  • Cuando no te pones a jugar cuando la maestra sale del aula, tus amigos pueden hacerte totalmente a un lado.
  • Cuando te niegas a copiar para obtener una calificación más alta, puede ser que pierdas a tus compañeros con quienes has estado estudiando.

Tu lealtad, pureza, honestidad y sentido de responsabilidad como creyente provocará que algunos se rían de ti tal como algunos de los chicos se reían de Lalo y Olivia.
Pero hay una buena noticia. Jesús prometió una bendición especial para sus seguidores rechaza- dos (ver Mateo 5:11, 12). Si te mantienes firme en lo que es corrrecto, estás en línea para recibir recompensas eternas importantes.
PARA DIALOGAR: Como creyentes, está garantizado que serán rechazados. ¿Qué es lo que hace que valga la pena?
PARA ORAR: Señor, haznos fuertes cuando alguien se burla de nuestra fe.
PARA HACER: ¿Van con la corriente, escondiendo el hecho de que son creyentes a fin de que nadie se burle de ustedes? ¿De qué formas quisieran cambiar esa costumbre?


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