Los billetes falsos


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Lectura bíblica: Mateo 6:22-24
No podéis servir a Dios y a las riquezas. Mateo 6:24
¿Has oído el cuento de Federico y Felipe, los dos bobalicones falsificadores de dinero? Estos bobos imprimieron un montón de dinero falso, y este dinero sí que era falso. En lugar de imprimir billetes de $1, $10 o $100, imprimieron billetes de $18.
—¿Cómo vamos a gastar nuestro dinero? —le preguntó Federico a Felipe—. Todo el mundo se va a dar cuenta de que nuestros billetes de $18 son falsos.
—Tengo una idea —dijo Felipe—. Llevemos el dinero a algún pueblito en el interior. Quizá alguno en un lugar así no se dé cuenta y nos cambia este dinero por dinero de verdad.
Fue así que Federico y Felipe tomaron una bolsa del dinero falso y emprendieron su viaje al inte- rior, primero en una carretera de primera, luego un camino de campo, y por último un caminito de tierra. Después de varias horas se detuvieron en un negocio humilde y descuidado.
—Seguro que aquí nos cambian los billetes de $18 sin problemas —dijo Federico, y Felipe estuvo de acuerdo.
Entraron al negocio y se acercaron al anciano detrás del mostrador.
—¿Nos podría dar cambio? —preguntó Federico.
—Supongo que sí —contestó el anciano—. ¿Qué necesitan? Felipe contestó:
—Cambio para un billete de $18.
—No hay problema —dijo el anciano, tomando el billete. Federico le guiñó el ojo a Felipe. El plan parecía funcionar.
—¿Cómo quieren el cambio? ¿En dos billetes de $9 o en tres de $6?
Si el dinero es siempre lo principal en tu vida, tienes más problemas que Federico y Felipe.
El dinero es extraño. Cuanto más tienes, más quieres. Y Jesús lo dijo claramente: No puedes servir a Dios y el dinero. Cuando el dinero controla tu vida, quieres agarrarlo, guardártelo y gastártelo todo para ti. Cuando Dios controla tu vida, lo compartes con gusto.
Para el creyente, el dinero es una herramienta para ayudar al prójimo. Eso no significa que tienes que regalar todo lo que tienes. Significa simplemente que no dejas que tu anhelo de llenarte de cosas se descontrole.
Si lo único que andas pensando en este momento es la cantidad de regalos que vas a recibir para Navidad o el Día de Reyes, quizá estés sirviendo al señor equivocado, al dinero. ¡Deja que Dios te transforme el corazón al ir pensando en lo que puedes dar en esta época del año en que se dan tantas cosas!
PARA DIALOGAR: ¿Qué pensamientos dominan tu mente en este momento: dar o recibir?
PARA ORAR: Padre, danos el tipo de corazón generoso que tienes tú, que fue tan generoso que enviaste a tu Hijo a la Tierra.
PARA HACER: Haz una pausa y piensa hoy en los regalos que estás dando para Navidad. ¿Necesitas conseguir algo más para regalar?


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