Lectura bíblica: Lucas 7:36-50
Pero al que se le perdona poco, poco ama. Lucas 7:47
—Alicia dijo que lamentaba haber contado mi secreto —dijo Berta enojada—. Pero no es cierto que lo lamente. Se rió y me hizo un gesto como diciendo qué tonta era por enojarme. Y después, esa tarde, se lo contó a más chicas.
Tema para comentar: ¿Qué tendría que hacer Berta con respecto a su amiga lenguaraz?
Berta le dijo a Alicia que estaba enojada porque había desparramado su secreto: le habló directamente a la persona que la había ofendido, ese es un buen comienzo. De ahora en adelante le conviene cuidarse de lo que le cuenta a Alicia. Y quizá sería bueno que se distanciara por un tiempo de ella.
Pero hay una cosa más que Berta puede hacer: Puede perdonar.
¿Por qué molestarse en perdonar? Te daré dos buenas razones.
Primera razón importante: No perdonar mata.
Es sencillo: Cada vez que guardamos los resentimientos que tenemos contra un amigo, esa amistad muere. Cuando las personas no se toman el trabajo de encarar y reparar las ofensas, éstas des- trozan las relaciones. Destrozan la comunión que Dios quiere que disfruten los cristianos. Dividen a familias, amigos, grupos juveniles e iglesias. Y no perdonar hace difícil sentirse cerca de Dios.
Segunda razón importante: El perdón da libertad.
Aprender a perdonar a los que te ofenden es la única manera como tus relaciones se harán fuertes. Berta descubrió que a Alicia en realidad no le interesaba tratarla de manera que la relación entre ellas fuera cada vez más fuerte. Pero Berta ha encontrado otras amigas con quienes puede hablar de sus fallas y seguir adelante. Ella y sus amigas han descubierto que si se pueden querer a pesar de sus faltas —y aun aceptarse unas a otras cuando se lastiman— no pueden menos que ser cada vez mejores amigas.
El perdón funciona como un lubricante de las relaciones. Reduce la fricción y permite que unos se acerquen a otros sin recalentarse.
Cuando no hay perdón, las relaciones se atascan como un motor al que le faltan unos litros de aceite. Si no notas un corazón perdonador en alguien, no podrás ser realmente cándido con él o ella. Sabes que una persona que no perdona no te dará la oportunidad de entablar una amistad profunda, duradera y cercana. Y si tú no eres una persona perdonadora —no importa lo inteligente, talentoso o buen mozo o buena moza que seas— no lograrás las relaciones cercanas que anhelas.
¿Te das cuenta? La falta de perdón mata. El perdón da libertad.
PARA DIALOGAR: ¿Cuánta habilidad tienes para perdonar y para recibir perdón?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos a aprender esta costumbre crucial de perdonar. Queremos que nuestras amistades y nuestras relaciones mutuas sean fuertes y sanas.
PARA HACER: ¿Notas que tienes una relación en la que debes tomar pasos para perdonar? ¿Qué planes tienes?