Lo que haces por amor


Tiempo de lectura: 3 min

Lectura bíblica: 1 Juan 4:16-21
El perfecto amor echa fuera el temor. 1 Juan 4:18
Martín quería ganarse el cariño de todo el mundo. Por eso preparó esta lista para recordar exactamente lo que tenía que hacer para conseguir la atención y el afecto de los demás:

  • Si ganaba la carrera de 1.500 m en las olimpíadas escolares, más que seguro que el profesor de gimnasia lo querría tanto que lo pasearía sobre los hombros por toda la escuela.
  • Si devolvía Trucos predilectos para iguanas, el libro que perdió antes de Navidad, seguro que la bibliotecaria de la escuela lo miraría con afecto en lugar de lanzarle dagas con los ojos.
  • Si pudiera llegar al nivel 48 del juego de vídeo más complicado, sin duda su vecino que era un fanático de estos juegos opinaría que es un gran tipo.
  • Si obtuviera un “Excelente” en su tarea de gramática, su profesora de castellano bailaría de contenta sobre su escritorio.
  • Si tocara el violín en la clave correcta, su profesor de violín se sacaría los tapones de las orejas.

Tema para comentar: ¿Te parece que Martín realmente necesitaba lograr esas cosas para sentirse querido? ¿Por qué sí o por qué no?
No cabe duda de que Martín sentía que tenía que hacer esas cosas para que lo quisieran. Pero la realidad es que no tiene que hacer ninguna de ellas para ser amado. Dios lo ama no importa su apariencia, lo que hace o si encuentra o no el libro Trucos predilectos para iguanas.
Cuando éramos recién nacidos, nos gustaba dormir y tomar leche. Pero también queríamos que nos tuvieran en brazos y nos arrullaran. Anhelábamos ser amados. Es como si tuviéramos un “tanque de amor” dentro de nosotros que necesitaba ser llenado. Y si nuestra capacidad de amor no era satisfecha, sentíamos que el estómago nos dolía de hambre. Cuanto más vacíos estábamos, más hambre de amor teníamos.
Todos tenemos un tanque de amor. Todavía necesitamos tenerlo lleno. Pero no tenemos que preguntarnos cómo y dónde llenarlo.
Ojalá estés disfrutando del amor incondicional de tu familia y tus amigos. El amor incondicional te acepta sencillamente porque eres tú. Te aprieta hasta dejarte sin el aire y dice: “¡No importa lo que hagas, siempre te amaré porque simplemente eres tú!”.
Pero la primera fuente que debe llenar tu tanque de amor es el amor incondicional y perfecto que procede de Jesús. Él tiene para ti la clase de amor que dura y dura. Te quita el temor de que nadie te querrá tal como eres. Y, pase lo que pase, puedes contar con ese amor.
PARA DIALOGAR: ¿Cómo puedes llenar tu tanque de amor? ¿Cómo puedes ayudar a otros a sentirse amados?
PARA ORAR: Señor, llénanos de tu amor incondicional y perfecto para poder amar así a los demás.
PARA HACER: Si tu tanque de amor está hoy vacío, abre tu corazón al amor de Dios ahora mismo. Dedica algunos momentos a la oración y a leer su Palabra.


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