Llenar el tren al cielo


Tiempo de lectura: 3 min

Lectura bíblica: 2 Pedro 3:9-16
El Señor… no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9
Cuando Marisa oye que Dios quiere que tenga una autoimagen sana, quiere escaparse.
—No estoy interesada en oír qué especial cree Dios que soy —protesta—. No quiero verme de esa manera. La gente que se centra en sí misma es muy egoísta. No veo cómo pensar en mí misma me ayuda a glorificar a Dios y mostrarle al mundo lo grande que es él.
Tema para comentar: ¿Tiene o no tiene razón Marisa? El hecho de que Dios cree que eres especial ¿te convierte en un mocoso malcriado?
No coincido con Marisa. Dios quiere que te veas como te ve él: digno de ser amado, valioso y capaz.
Pero, ¿por qué le interesa a Dios que te veas de esa manera? ¿Es simplemente para que te sientas cómodo y calentito? ¿Es posible que quiera alimentar tu lado egoísta? No, no y no. Dios quiere que te convenzas completamente de que eres digno de ser amado, valioso y capaz porque tiene una razón tremenda para querer arreglar tu autoimagen defectuosa. Tiene una obra para encargarte.
Quizá no te das cuenta de que eres el regalo de Dios al mundo. No crees que Dios nos puso aquí meramente para que ocupemos espacio, ¿verdad? Podría habernos llevado directamente al cielo el momento cuando confiamos en Cristo. El hecho de que nos deja en la Tierra después de que le pertenecemos prueba que tenemos una razón para estar aquí.
Entonces, ¿qué propósito tienes en la vida? Me gusta como contestó esta pregunta un chico. “Mi propósito en la vida”, dijo con ojos centellantes, “es irme al cielo y llevarme a todas las personas posibles”.
Espero que sientas el mismo anhelo ferviente de ser parte del maravilloso plan de Dios de rescatar al mundo. Cuando estás seguro de que Dios creó a todos los seres humanos a su imagen y que envió a Cristo para morir por todos, quieres compartir su amor con tus prójimos. Y cuando sabes que tú también eres digno de ser amado, valioso y capaz, das tu tiempo para ayudar en la obra de Dios con un corazón repleto del amor de Jesús.
Quizá pienses: “Si la única la razón por la cual estoy aquí es guiar a otros a Jesús, entonces soy un fracaso total. Casi nadie, no, mejor dicho, nadie ha aceptado a Cristo gracias a mí”. Eso puede ser cierto. Pero es muy posible que también sea cierto que a medida que te vas desarrollando, ¡un montón de personas se irán acercando a Cristo por quien eres en Cristo y por cuánto los amas!
PARA DIALOGAR: Dilo en tus propias palabras: ¿Cómo es que tener una autoimagen sana no te convierte en una persona egoísta? ¿De qué manera es de ayuda amar a otros?
PARA ORAR: Señor, queremos extender nuestra mano y contarle al mundo de tu amor.
PARA HACER: Ya que Dios te ha encargado esta importante tarea, ¿qué paso valiente vas a dar hoy para hablar acerca de Jesús?


Anterior

Siguiente