Lectura bíblica: Eclesiastés 4:9-12
Y si uno es atacado por alguien, si son dos, prevalecerán contra él. Eclesiastés 4:12
—Cuando mamá tenía cáncer, mi maestra de la Escuela Dominical me dedicó mucho de su tiempo —dijo Patricia—. No sé cómo hubiera podido superar todo eso sin su ayuda. Mi mamá no podía prestarme mucha atención, pero mi maestra me escuchaba. Me hizo sentir que realmente le importaba lo que me estaba pasando.
Tema para conversar: Cuando estás pasando por un mal momento, ¿qué necesitas de un verdadero amigo?
La amistad no se trata tanto de hacer como de ser. Hacer cosas buenas por tus amigos es importante, pero hacerlas es falso si no se originan de quién eres como un auténtico amigo.
Los amigos que están a disposición tienen tres cualidades constantes:
En primer lugar, el amigo que está a disposición demuestra interés. Verdaderamente quieres a tu amigo y te importa lo que le pasa, lo suficiente como para dedicar tiempo a tu amistad e involucrarte en el mundo de tu amigo. Demuestra interés por tu amigo, no hagas que se tenga que esforzar para conseguir que le dediques tiempo. Exprésate. Dile a tu amigo: “Aquí me tienes, puedes contar conmigo, y con la ayuda de Dios superaremos esto juntos”.
En segundo lugar, el amigo que está a disposición escucha. Eso significa más que sacarte la cera de las orejas. Escuchar es la manera de comprender lo que está sintiendo tu amigo. Si no escuchas de verdad, el tiempo que pasas con tu amigo no significa mucho. Asegúrate de que comprendes lo que le está pasando. Haz preguntas como: “¿Qué quieres decir con eso?” o “¿Por qué es eso tan importante para ti?” para sacarlo de su melancolía. No interrumpas cuando habla ni te metas para completar sus frases.
En tercer lugar, el amigo que está a disposición es digno de confianza. Tus amigos no te contarán sus cosas si tienen miedo de que vas a repetir lo que te cuentan. Ser digno de confianza significa mantener en reserva cualquier información. Promete a tus amigos que no repetirás lo que te cuentan a menos que ellos quieran. Y cumple tu palabra. Si es algo que tiene que saber un adulto, como por ejemplo si alguien los está maltratando, ofrece ir con tu amigo a contarle a una persona mayor. No repitas sus secretos ni siquiera si los cuentas sin mencionar nombres. La gente puede deducir de quién estás hablando.
PARA DIALOGAR: ¿Cómo puedes mejorar en tus habilidades como un amigo que está a disposición de sus amigos?
PARA ORAR: ¡Pídele a Dios que te ayude a crecer en las áreas que más necesitas!
PARA HACER: Si sientes timidez ante la posibilidad de ponerte a disposición de un amigo que sufre, dialoguen como familia acerca de lo que pueden hacer juntos para ayudar a otros.