La lucha por el poder


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Lectura bíblica: 1 Corintios 15:24-28
Pero cuando aquél le ponga en sujeción todas las cosas, entonces el Hijo mismo también será sujeto al que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea el todo en todos. 1 Corintios 15:28
Cuando un poderoso rey en una pequeña isla del Pacífico Sur se enteró de que sus enemigos en una isla distante planeaban un ataque con sus canoas guerreras, decidió no sólo defender su vida sino también su posesión más valiosa: un enorme trono de oro que se encontraba en el centro de su choza de paja. Así que el rey llamó a miles de guerreros, los armó con lanzas y los posicionó alrededor de su choza. Estaba seguro de que el ejército enemigo no podría atravesar su baluarte.
Pero, por las dudas, el rey decidió esconder su trono de oro. La noche antes de que esperaban la llegada de las canoas enemigas, hizo que sus guerreros más fornidos levantaran el trono de 2.000 kg y lo colocaran en los travesaños de madera de su choza y lo cubrieran de paja. Con su ejército afuera, y su trono bien escondido, el rey se acostó sobre su tapete y se quedó dormido.
Durante la noche, los guerreros del rey se despertaron por un fuerte ruido que procedía de la choza de paja del rey. Muy apurados entraron en ella para encontrarse con que los travesaños habían cedido por el peso, y el trono se había caído al suelo encima del rey. El rey, que había planeado tan bien su defensa, estaba muerto.
¿La moraleja del cuento? “Los que viven en chozas de paja no deben guardar tronos en los travesaños!”. ¡Ay! Parecido al antiguo proverbio que dice que “los que viven en casas de cristal no deben arrojar piedras”. No obstante, este cuento nos enseña que aun los más poderosos del mundo no pueden ejercer control sobre todo. Piénsalo:

  • Bill Gates, el cofundador de Microsoft, es uno de los hombres más ricos del mundo, pero no puede comprar una curación para el cáncer.
  • Los presidentes de las naciones tienen el máximo poder en sus países pero no pueden erradicar la pobreza.
  • El Secretario General de las Naciones Unidas no puede evitar las guerras.

Existe una sola autoridad suprema en toda la creación: Dios. Ninguna cosa, ni ninguna persona tiene el poder, la sabiduría ni la riqueza que él tiene.
La resurrección es prueba de que Dios es soberano de la vida al igual que de la muerte. Cuando te sumas a la familia de Dios por medio de confiar en Cristo, ¡te conviertes en el hijo de la persona más poderosa del universo!
PARA DIALOGAR: ¿Existe algo que el Dios de la vida y de la muerte no pueda hacer? ¿Tienen algún problema que él no los pueda ayudar a superar? Por supuesto que no, ¡la resurrección fue prueba de ello!
PARA ORAR: Señor, gracias porque eres tan grande que puedes encargarte de todos los problemas que hoy enfrentamos. Usa el poder de tu resurrección para fortalecernos.
PARA HACER: ¿Tienes algún amigo que enfrenta un problema? ¿Cómo puedes ayudarle a confiar en Dios?


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