Lectura bíblica: Mateo 28:11-15
Decid: “Sus discípulos [de Jesús] vinieron de noche y lo robaron mientras nosotros dormíamos”. Mateo 28:13
¿Quieres escuchar otro cuento de hadas? ¿Qué te parece el que dice que la resurrección no es cierta porque el cuerpo de Cristo fue robado de la tumba?
¿Sabías que la Biblia misma contiene la primera versión del mito del cuerpo robado? Después de la resurrección, algunos de los soldados que habían estado vigilando la tumba reportaron a los principales sacerdotes lo que había sucedido. Éstos los sobornaron para que dijeran que el cuerpo había sido robado mientras dormían (ver Mateo 28:11-15).
Algunos en la actualidad todavía creen que los discípulos jugaron a las escondidas con el cuerpo de Jesús. Pero un sinnúmero de pruebas hacen que ese cuento de hadas sea imposible de creer.
Por ejemplo, piensa en la piedra. La piedra que selló la tumba después de que Jesús fuera sepultado no era exactamente el tipo de piedrita que haces saltar en una laguna. La piedra circular de metro y medio fácilmente puede haber pesado alrededor de dos toneladas. Cuando construyeron la tumba, es probable que un grupo de obreros haya puesto la piedra en su lugar, usando un tope para impedir que rodara por la zanja que bajaba hacia la entrada de la tumba. Cuando Jesús fue sepultado, quitaron el tope y la ley de gravedad hizo el resto. Selló la tumba de modo que hubiera podido volver a abrirse únicamente con la fuerza de una cuadrilla de hombres fuertes. (Es por eso que en Marcos 16:3 dice que las mujeres estaban pensando quién les removería la piedra de la entrada de la tumba).
Y también tenemos a los guardias, un destacamento de soldados de Pilato, el gobernador romano, que vigilaban la tumba. Su cuadrilla pudo haber sido hasta de 16 soldados altamente entrenados. Para pensar que el cuerpo de Jesús fue robado uno tendría que imaginarse que un grupo de discípulos —los individuos que días antes habían salido corriendo como conejos muertos de miedo— confrontaron a una guardia de soldados fuertemente armados y entrenados para la batalla. Los discípulos tendrían que haber vencido a los soldados o haber pasado por encima de ellos mientras dormían para empujar una piedra de dos toneladas cuesta arriba sin despertar a nadie. Luego, según dice esa versión, ¡los discípulos se llevaron el cuerpo de Jesús, lo escondieron y luego soportaron burlas, torturas y el martirio para divulgar lo que ellos sabían que era una mentira!
¡Eso es ridículo!
Al igual que los primeros cristianos, puedes estar seguro de que la fe cristiana no se basa en un cuento de hadas. ¡Se basa en el hecho histórico verídico de la tumba vacía y el Cristo resucitado!
PARA DIALOGAR: ¿Por qué es imposible que los discípulos de Jesús hayan robado su cuerpo para simular su resurrección?
PARA ORAR: Da gracias a Dios porque Jesús resucitó de entre los muertos.
PARA HACER: ¿Tienes dudas de que Jesús esté realmente vivo? Adquiere la evidencia que necesitas en el libro de Josh McDowell, Nueva evidencia que demanda un veredicto, de Editorial Mundo Hispano.