Es imposible negar la tumba vacía


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Lectura bíblica: Hechos 1:1-5
A éstos también se presentó vivo, después de haber padecido, con muchas pruebas convincentes. Durante cuarenta días se hacía visible a ellos y les hablaba acerca del reino de Dios. Hechos 1:3
Durante 40 días después de su crucifixión, Jesús se hizo ver por sus discípulos. Le brindó al mundo una prueba viva de que realmente había resucitado. A pesar de esa evidencia, algunos todavía argumentan que Jesús en realidad no resucitó. Creen que todavía está en una tumba, tan muerto como el día que falleció.
Supón que vivías en los tiempos bíblicos y odiabas todo lo que Jesús representaba. Aborrecías totalmente sus enseñanzas. Tan antipático te resultaba este obrador de milagros de Nazaret que querías probar que sus discípulos habían ido a la tumba equivocada aquel domingo de Pascua. Querías que todos creyeran que en lugar de ir a la tumba donde había sido sepultado Jesús, sus seguidores habían ido a otra tumba.
Para refutar la resurrección, lo único que necesitabas era una evidencia. Si sabías que Jesús estaba muerto y que a los discípulos simplemente les falló el sentido de dirección, lo único que tenías que hacer era abrir el sepulcro correcto y mostrar el cadáver. Eso, por supuesto, no sucedió.
Las otras excusas que la gente presenta para justificar la tumba vacía no son nada mejor.  
Algunos insisten en que los discípulos se robaron el cuerpo de Cristo. Pero un puñado de discípulos hubieran sido fácilmente repelidos por las tropas romanas especiales que vigilaban el sepulcro.
Y otros creen que Jesús en realidad no murió en la cruz, que simplemente estaba inconsciente debido a su agotamiento y por haber perdido tanta sangre, y que recobró el conocimiento en la frescura del sepulcro. Pero la idea de que un Cristo azotado, herido y debilitado pudiera salir de una tumba sellada con una piedra de dos toneladas… ¡eso da risa!
Esos son cuentos ridículos.
La realidad es ésta: Tres días después de haber sido crucificado, su tumba estaba vacía. Los seguidores de Jesús lo vieron con vida. Se les apareció durante un lapso de 40 días, dándoles muchas pruebas indudables que nadie podía negar. Pablo reportó que Jesús hasta se les había aparecido a más de 500 seguidores de una vez, mucho de los cuales todavía vivían cuando Pablo escribió y podían haber apoyado o refutado su informe.
Los creyentes creemos que Jesús fue resucitado de los muertos por el poder sobrenatural de Dios, y que Jesús dio pruebas irrefutables de su resurrección corporal. Puede ser difícil creer que un hombre pudiera resucitar, pero los problemas de no creer resultan aún más difíciles.
PARA DIALOGAR: Esa es la evidencia. ¿El veredicto? Jesús realmente resucitó de entre los muertos y hoy vive. ¿Estás dejando que viva hoy en ti?
PARA ORAR: Señor Jesús, queremos que el poder de tu resurrección nos llene hoy. Sé nuestro Señor y hazte cargo de nuestra vida.
PARA HACER: Habla con un amigo no cristiano acerca de por qué es más difícil creer que Jesús no resucitó que creer que sí lo hizo.


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