Él sabe exactamente cómo te sientes


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Lectura bíblica: Hebreos 4:7-9
Aunque era Hijo [de Dios], aprendió la obediencia por lo que padeció. Hebreos 5:8
Cierto día cuando el hermano mayor de Raúl volvía de la escuela en bicicleta, lo atropelló un auto y sufrió graves heridas. Cuando tuvo que estar internado largas semanas en el hospital para recuperarse, Raúl estaba afligidísimo.
—Mi maestro de la Escuela Dominical insiste en que Dios siempre está conmigo —dice Raúl—, pero me siento muy, muy triste por lo que está pasando mi hermano. Y estoy seguro de que Dios no comprende lo que siento.
Hay creyentes que no pueden creer que Dios sienta la soledad y el dolor que ellos sienten. Piensan que a Dios no le afectan las emociones humanas. Pero Dios no está allá lejos en el cielo, totalmente ajeno a nuestros problemas de la vida real. Él siente nuestras alegrías y nuestras tristezas. Y cuando estamos sufriendo, podría decirnos algo así:

  • “Puedes ver en la Biblia cuántas veces mi corazón se llenaba de compasión por los tristes, dolidos y destrozados. Cierta vez me encontré con una mujer de Samaria que había llegado sola al pozo para sacar agua (ver Juan 4). Le enseñé de qué manera mi amor podía satisfacer su sed espiritual”.
  • “Y también estaba Zaqueo (ver Lucas 19:2-10). Casi todos lo odiaban porque era cobrador de impuestos. Pero Zaqueo tenía otro problema. Era un señor bajito, un blanco de las bromas. Cuando al pasar lo vi subido a un árbol supe que estaba solo. Me invité a comer a su casa porque quería asegurarle de mi amor e interés por él”.

Dios sabe lo que está pasando en nuestro interior, aun cuando nadie más lo sabe. Ya sea que nos sintamos alegres o tristes, no podemos escondernos de él. ¿Lo dudas? Escucha las palabras del Salmo 139:1, 2: “Oh Jehovah, tú me has examinado y conocido. Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto; desde lejos entiendes mi pensamiento”.
Así que si dices algo tonto en la escuela y toda la clase se ríe, Dios lo ve. Si tu hermano o tu hermana te dice algo cruel u odioso, él lo sabe. Si nos vamos a la cama y enterramos la cabeza en la almohada llorando, él nos oye. Él comprende nuestros temores cuando nuestros padres discuten. ¡Dios siempre está presente para ayudarnos! Y siempre lo estará.
Jesús sabe exactamente lo que es sentirse desanimado. Pero más aún, él ya ha sido parte de tus experiencias dolorosas. Cuando sientes el dolor de los peores sufrimientos en tu vida, ¡puedes estar seguro de que él lo sabe y comprende, y que ha estado contigo todo el tiempo!
PARA DIALOGAR: ¿Te asusta darte cuenta de que Dios sabe todo lo que hay para saber acerca de ti?¿Por qué sí o por qué no? ¿De qué manera puede serte de ayuda saber que Dios está contigo cada momento de tu vida?
PARA ORAR: Señor, creo que estás aquí con nosotros —en este mismo instante y siempre— en los momentos buenos y en los malos.
PARA HACER: Dios está lo más cerca que puede estar de ti. ¿Quién necesita hoy recibir de ti ese mismo tipo de apoyo?


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