Dios puede obrar por medio de ti


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Lectura bíblica: Filipenses 1:3-6
Estando convencido de esto: que el que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6
Amelia es pintora. Cuando tenía seis años, sus padres alquilaron un espacio en una exhibición de artes y manualidades. La niña se sentó con las piernas colgándole de una silla plegadiza mientras los concurrentes hablaban de esa chiquita preciosa y sus lindos cuadros. Para cuando tenía nueve años, sus cuadros ya eran exhibidos en sofisticadas galerías de arte.
Por eso cuando Amelia cumplió los 12 y pasó al grupo de preadolescentes de su iglesia, era obvio que ella era la indicada para ayudar a hacer los carteles para el retiro primaveral del grupo.
¡Qué desastre!
Mientras los demás trataban de decidir qué poner en los carteles y qué colores de marcadores usar, Amelia daba órdenes sobre composición, tonalidades y matices. En lugar de ver el propósito de los carteles, vio una oportunidad de demostrar sus habilidades.
Tema para comentar: ¿De qué manera podría Amelia haber usado mejor sus dones, de modo que fuera una ayuda para los demás y que agradara a Dios?
Dios no dice: “No uses tus talentos”. Después de todo, él es el que te los dio. Pero cuando permitimos que el Espíritu nos dé poder y le decimos a Dios que estamos dispuestos a seguirle donde sea, puede pedirnos que le sirvamos en formas que nunca esperábamos.
Dios puede querer que lo sirvamos en algún lugar donde nos sentimos incómodos. Por ejemplo, a lo mejor quiere que Amelia le sirva cantando en el coro por un tiempo en lugar de hacer carteles.
Nadie puede hacer bien todo. Pero trabajando en una tarea que nos da un poquito de miedo nos puede predisponer a depender de la ayuda de Dios. Y a medida que dependemos de su ayuda, los que nos rodean verán el poder de Dios brillando a través de nosotros. Pablo escribió: “Con todo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Corintios 4:7).
Cuando estudiamos a las personas que mejor sirven a Dios, notamos que se obtiene un verdadero poder por dejar que el Espíritu Santo se haga cargo y pedirle a Dios que nos dé las habilidades que necesitamos para servirle. Cuando nosotros somos los expertos, eso a veces interfiere con lo que Dios quiere hacer.
Dios no se ve limitado por tu edad, tus puntos débiles o tu falta de experiencia. ¡Sencillamente observa lo que puede hace por tu intermedio cuando le cedes el control al Espíritu!
PARA DIALOGAR: ¿Qué cosa nueva y atrevida les parece que Dios quiere hacer por intermedio de ustedes?
PARA ORAR: Pídanle a Dios que los guíe por donde él quiere que ustedes vayan.
PARA HACER: ¿Les gustaría hacer algo para Dios, pero tienen un poco de miedo? ¡Esa es una buena señal! Pídanle a Dios que les dé su poder, y luego ¡a la carga!


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