Lectura bíblica: Juan 14:27-31
La paz os dejo, mi paz os doy. Juan 14:27
Es de noche, hace pocas horas Jesús fue crucificado y sepultado. Los discípulos están juntos, todavía sacudidos por la muerte de su querido Maestro. La siguiente conversación no está en la Biblia, pero imaginémonos lo que estarían diciendo.
—Parece mentira que hace tan poquito que estuvimos cenando con el Maestro —dice Bartolomé—. Parece que hubiera sido ayer.
—Eso es porque fue ayer, Barto —le responde Pedro sorprendido porque Bartolomé ya no se acuerda.
—Ah, sí, es cierto —contesta Bartolomé un poco molesto.
Tadeo se rasca la cabeza:
—El Maestro nos dijo tantas cosas anoche durante la cena. Ojalá lo hubiera escuchado con más atención. ¿Qué se acuerdan ustedes de lo que nos dijo?
—Bueno, para mí la carne estaba un poco seca y… —comenta Bartolomé.
—No estamos hablando de lo que comimos, Barto —lo interrumpe Pedro—. Estamos hablando de lo que el Maestro dijo durante la cena.
—Ah, sí, es cierto.
Tomás levanta la vista.
—¿Qué quiso decir el Maestro cuando dijo que iba a mandar una especie de “Espíritu Santo”? No lo entiendo.
Felipe dice entonces:
—Dijo que el Espíritu Santo nos enseñaría toda la verdad. Qué bueno sería saber la verdad acerca de todo lo que ha sucedido últimamente.
—Lo que mejor recuerdo —aporta Mateo—, es que el Maestro dijo que este Espíritu Santo es su Espíritu, y que estaría en nosotros.
—Eh, amigos, ¿qué si todo esto es cierto? —pregunta Simón—. ¿Qué si el Maestro de verdad va a estar dentro nuestro para mostrarnos la verdad, para enseñarnos acerca del Padre y recordarnos todas las cosas que nos dijo? ¿Qué significaría eso para nosotros?
Todos se quedan en silencio. Luego uno de ellos dice lo que todos están pensando:
—¡Qué maravilla! Tendríamos completa paz, la paz de Jesús.
Pedro dice entusiasmado:
—El Maestro anoche habló también de la paz.
—Así es, dijo que nos dejaba su paz —recuerda Juan—, del mismo modo como nos está enviando su Espíritu.
—Dijo que su paz es un regalo —interrumpe Jacobo—, como lo es el Espíritu que nos está dando.
—Quizá estén relacionados —dice Bartolomé tímidamente—. Quizá la paz del Maestro viene con el Espíritu del Maestro.
—Barto, veo que después de todo tienes algo en la cabeza —dice sonriendo Pedro.
PARA DIALOGAR: ¿Percibes la paz de Dios cuando tienes en cuenta la presencia y el poder del Espíritu Santo en tu vida?
PARA ORAR: Señor, gracias por el regalo de tu Espíritu. Gracias por enviar al Espíritu para darnos paz y enseñarnos la verdad.
PARA HACER: Cuando necesites sabiduría o paz hoy, dile a Dios que estás contento de que el Espíritu está obrando dentro de ti.