Dando una mano


Tiempo de lectura: 3 min

Lectura bíblica: Gálatas 6:1, 2
Sobrellevad los unos las cargas de los otros y de esta manera cumpliréis la ley de Cristo. Gálatas 6:2
Tu amigo Carlos te pide que lo acompañes al centro comercial después de clase.
—Seguro —le dices—, pero le prometí al profesor de gimnasia que llevaría unos bancos al gimnasio. Carlos dice:
—Está bien. Te acompaño para ayudarte.
En el gimnasio, Carlos se acomoda en una silla con su juego de vídeo manual mientras tú te rompes la espalda para mover los bancos.
Los bancos que tienes que llevar desde la bodega hasta el gimnasio son de dos metros de largo, y la puerta de la bodega es angosta.
—Levanta más la punta de adelante —grita Carlos viendo lo difícil que te es mover el primer banco–. Dale vuelta para que quede de lado… No, del otro lado.
Te aplastas el dedo entre el banco y la puerta y largas un grito. El dolor te hace soltar el banco que se te cae sobre el pie, y vuelves a dar un grito de dolor. No puedes creer lo poco que te ayuda tu supuesto ayudante.
—Vamos, apúrate —te apresura Carlos con impaciencia—. Termina ya con esos bancos, así nos podemos ir.
Sales cojeando de la bodega, sosteniéndote el dedo que te lastimaste. Vota sobre lo que le quieres decir a Carlos:
(a) “¿Puedes buscarme una curita y un vaso de agua, por favor?”.
(b) “Esto me está llevando más tiempo de lo que esperaba. Nos vemos en el centro comercial después”.
(c) “¿Dónde aprendiste tanto sobre cómo mover bancos?”.
(d) “Hazme el favor de dejar de decirme lo que tengo que hacer y ven acá y ayúdame”.
Carlos no fue de mucha ayuda. Quizá creía que estaba apoyando a su amigo dándole órdenes, pero en realidad ese no es el tipo de ayuda que necesitamos. Apoyar a un amigo significa ponerse a su lado y ayudarle en su necesidad. Gálatas 6:2 no dice: “Dile a otros como llevar sus cargas” ni “Ora para que alguien ayude a otros a llevar sus cargas”. Dice: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros”.
Encontrar maneras prácticas de ayudar a tus amigos es una buena manera de obedecer el mandato de Cristo de amar a nuestros prójimos. Cuando nuestros amigos necesitan nuestro apoyo, ¡tenemos la oportunidad de demostrar el amor de Cristo haciendo algo que realmente ayuda!
PARA DIALOGAR: ¿A quién conoces que necesita ahora mismo tu ayuda? ¿Cuál es la mejor manera de ser alguien que apoya a su amigo?
PARA ORAR: Ora por ese amigo que necesita librarse de una carga.
PARA HACER: Está atento a fin de descubrir oportunidades concretas para apoyar a alguien esta semana.


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