Lectura bíblica: 1 Pedro 2:11, 12
Tened una conducta ejemplar entre los gentiles. 1 Pedro 2:12
Anoche, Cristina y tres amigas pasaron la noche juntas. Durante seis horas enteras no hicieron más que darle en la cabeza a una de las chicas de la escuela. No, no la golpearon con ladrillos. Ella ni siquiera pasó la noche con ellas. No obstante, sus palabras fueron hirientes. La criticaron por ser gorda, por su cabello y por la ropa que usaba. Ah, también se rieron por su incapacidad total de resol- ver problemas de división. A la mañana siguiente, Cristina pensó que hubiera tenido que distanciarse de la conversación en cuanto empezaron los chismes, pero no pudo. Ahora sentía remordimiento por todas las cosas hirientes que había dicho.
Lo que le pasó a Cristina es lo que uno siente cuando lo lleva una corriente demasiado fuerte para resistir. Nadar contra una corriente por mucho tiempo requiere más fuerza de la que uno tiene. Si alguna vez has intentado nadar en un río, sabes que es más fácil relajarte y dejar que la corriente te lleve. Una corriente favorable puede ser divertidísima. El problema es que una corriente fuerte te puede arrastrar —para siempre— aun cuando estás a centímetros de la orilla.
Los amigos son como esa corriente, agotando aun al más fuerte de los nadadores. Tarde o temprano vamos en la dirección que van nuestros amigos.
Tema para comentar: ¿En que sentido andar en malas compañías es como ser arrastrado por una fuerte corriente? ¿Por qué es importante que tus mejores amigos te lleven por buen camino?
Rodearte de buenos amigos —amigos que te retan a vivir toda tu vida para Cristo— es la manera de irte desarrollando como cristiano.
Cristina se hubiera sentido muy distinta la mañana siguiente si hubiera optado por algo diferente la noche antes. Si hubiera dejado de hablar de su compañera en cuanto empezaron las críticas, quizá ahora tendría menos amigas, o quizá todas hubieran optado por cambiar de tema. En ambos casos, Cristina no hubiera tenido que arreglar el asunto con Jesús. Y esas amigas hubieran visto a Cristina poniendo en práctica el amor de Dios.
Si los amigos nos llevan en una dirección equivocada, ha llegado el momento de alejarnos de ellos, por más difícil que sea. En 1 Pedro 2:12 dice que si mantenemos una conducta excelente, es probable que un día nuestros amigos glorifiquen a Dios. Si nuestros amigos nos arrastran por caminos equivocados y hacemos el mal, nunca verán la diferencia entre tu vida y la de ellos. Y si no ven la diferencia, no tienen ninguna razón para querer seguir a Cristo. ¿Quieres permanecer vivo en Cristo y ayudar a tus amigos a descubrir la vida?
PARA DIALOGAR: ¿Cómo puedes escoger amigos que no te arrastren por caminos equivocados?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos a escoger amigos que nos mantengan fuertes y seguros. Y ayúdanos a demostrar tu amor a las personas que necesitan verlo.
PARA HACER: Pide a tus familiares que mencionen a un amigo que opinan te está llevando por el camino correcto. Pasa tiempo hoy con ese amigo.