Lectura bíblica: Juan 17:14-19
Así como tú me enviaste al mundo, también yo los he enviado al mundo. Juan 17:18
Cuando Darío aprendió a amar a Jesús, sabía que había abierto un tesoro espiritual inestimable. Ahora quiere que también sus amigos amen a Jesús.
Por eso Darío está orando para que Dios le dé una lista de personas que necesitan conocer a Cristo. Tiene pensado repartir tratados en el centro comercial, pegar símbolos de peces en su mochila y usar en la escuela la camiseta que dice: “Acéptalo o arde” para dar su testimonio. Y lo mejor de todo, ha adoptado como meta de su vida que lo pasen por televisión sosteniendo estandartes de Juan 3:16 frente a las cámaras de TV en las finales de fútbol.
Estos formas de contarle a otros acerca de Jesús le da resultado a algunas personas. Pero si realmente quieres aprender a compartir el evangelio con amigos y familiares, tendrás que practicar tus habilidades de comunicación. Y tus oportunidades más emocionantes para hablar de Jesús son hacerlo con personas que conoces bien, tus amigos.
¿Yo? puedes estar pensando. ¿Cómo puedo saber yo que Dios de veras quiere usarme para contarle a otros acerca de él? Considera estas evidencias:
Dios te llena de dones para que puedas servir a los demás. Te da el fruto sobrenatural de su Espíritu: gozo, amor, paz, benignidad y paciencia (Gálatas 5:22, 23). Pero no te llena de estos dones simplemente para empacharte. Coloca en ti estas cualidades a fin de capacitarte para que te lleves bien con otros y les ayudes.
Dios te colocó entre no creyentes. Si la única meta de Dios para tu vida hubiera sido salvarte, te hubiera arrebatado de tu mundo y llevado a vivir con él en el cielo el instante que confiaste en Cristo. Pero después de que confiaste en Cristo, Dios te dejó donde estabas, en medio de un mundo lleno de no creyentes. Te quiere donde estás para que puedas contarle a otros de él.
Tus amigos no creyentes quieren saber acerca de Dios. Quizá la mayor parte del tiempo no lo parezca, pero tus amigos no cristianos tienen un gigantesco anhelo interior de conocer a su Creador. Dios puso ese anhelo en sus corazones cuando los creó. Y a medida que vas conociendo mejor a tus amigos, descubrirás de qué manera Dios los quiere ayudar.
Dios te colocó exactamente donde estás para que puedas extender las nuevas acerca de él. Y es tan importante para él que sirvas a otros que ha puesto en tu interior las cualidades que necesitas para la tarea. ¿Te gustaría compartir las buenas nuevas de la manera como alguien las compartió contigo?
PARA DIALOGAR: ¿De qué manera te ayuda Dios con la tarea de contarles a otros acerca de él?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos a iniciar amistades con los chicos a nuestro alrededor que necesitan conocerte.
PARA HACER: Habla con Dios acerca de cualquier duda que todavía tengas en cuanto a testificar de Jesús.