Cómo llegar allí desde aquí


Tiempo de lectura: 3 min

Lectura bíblica: Salmo 119:57-64
Consideré mis caminos y volví mis pies a tus testimonios. Salmo 119:59
Resulta difícil tenerle lástima a los siguientes personajes imaginarios:
El doctor Doblón, famoso historiador de la época de los piratas del Caribe, encontró el mapa del naufragio de un galeón español cargado de oro. Después de poner el mapa en una caja fuerte, el doc- tor Doblón partió en búsqueda del tesoro para hacerse rico. Pero después de 16 años, todavía está buscando en el Caribe señales del tesoro enterrado.
Leticia Materiagris, niña genio, terminó la secundaria a los 12 años y empezó sus estudios universitarios con la meta de recibirse de abogada. Pero después de siete años estudiando abogacía, la señorita Materiagris no había aprobado ni una materia. “Los libros de abogacía son muy pesados y no tienen dibujos”, les explicó Leticia a sus padres. “Voy a ser abogada a mi manera”.
En su lecho de muerte, un eminente hombre de ciencia le dictó a su asistente, Sinusitis Narizta- pada, una cura para el resfrío común. Después de escribir la fórmula en su computadora, Nariztapada la apagó y empezó a hacer experimentos. Pero el mejor remedio que ha logrado hasta ahora es un jarabe para la tos que tiene un gusto tan feo que ni las ratas de laboratorio lo quieren tomar.
No puedes encontrar el naufragio de un galeón cargado de oro si el mapa del tesoro está bajo llave en una caja fuerte. No puedes llegar a ser abogado si no estudias los libros de texto. Y no puedes desarrollar una cura para el resfrío si la fórmula se está muriendo de risa en la memoria de tu computadora.
Nadie es tan tonto, pero algunos casi, casi. Parece que hay bastantes creyentes que cometen el mismo error de nuestros extraños amigos. Queremos encontrar las indicaciones de Dios para nuestra vida, pero no tenemos en cuenta el recurso más obvio que Dios nos ha dado para guiarnos: la Biblia. Ella es nuestro mapa para encontrar los tesoros de Dios para nuestra vida. Es nuestro libro de texto para obtener sabiduría y conocimiento. Es nuestra fórmula para resolver los problemas. Si no nos valemos de la Biblia para recibir orientación, somos peor que los tres personajes imaginarios puestos juntos.
En el pasado mes de julio hablamos de la voluntad universal de Dios y de su voluntad específica. La voluntad universal de Dios es para todos los seres humanos del universo, y qué es justamente resulta muy claro porque su Palabra lo explica. Abarca los mandatos que se aplican a todos. La voluntad específica de Dios incluye detalles que son exclusivamente para ti.
Dios te tiene reservadas cosas buenas. Él dijo en el Antiguo Testamento: “Porque yo sé los planes que tengo acerca de vosotros… planes de bienestar y no de mal, para daros porvenir y esperanza” (Jeremías 29:11). ¡Pero lo única manera de descubrir esos buenos planes es que sigas las indicaciones de Dios!
PARA DIALOGAR: ¿No te parece magnífico que Dios te ama tanto que te da todas las indicaciones que necesitas para tu vida? ¿Cómo te hace sentir saber esto?
PARA ORAR: Señor, gracias por guiarnos por medio de tu Palabra.
PARA HACER: ¿Hay alguna decisión difícil —pequeña o grande— que tienes que tomar en este momento? ¿Qué dice de eso la Palabra de Dios?


Anterior

Siguiente