Cómo comprender las reglas a fondo


Tiempo de lectura: 3 min

Lectura bíblica: Romanos 13:8-10
El amor no hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la ley. Romanos 13:10
Es probable que no te gustaría para nada tener los siguientes problemas:

  • Eduardo te cuenta que no pasará al quinto grado a menos que mejoren sus calificaciones en los exámenes. Lo dice en serio. ¿Lo dejas fracasar mientras tú y todos tus amigos pasan al sexto grado, o lo ayudas a copiar en los exámenes?
  • Mónica te ha contado que su papá se quedó sin trabajo y no tienen dinero. Tú y ella están en el supermercado y ella te dice que se está muriendo de hambre. Realmente se nota que tiene mucha hambre. ¿Le ayudas a robar algo para comer?

Tema para comentar: ¿Cómo puedes discernir entre el bien y el mal cuando se presenta una situación difícil?
Dios comenzó mostrándonos lo bueno y lo malo con los Diez Mandamientos. Y llenó la Biblia de sus mandatos, no meramente cosas que sí o que no puedes hacer que se le ocurrieron para ser cruel, sino mandatos que creó para ayudarnos a vivir bien.
Si quieres saber si una actitud o acción es buena, puedes usar estas tres guías.

  • Precepto. Un precepto es una regla específica. En la Biblia, Dios nos proporciona algunos preceptos o mandatos totalmente claros. Por ejemplo, la Biblia dice: “No mintáis los unos a los otros” (Colosenses 3:9). Los preceptos nos señalan principios más grandes.
  • Principio. Un principio es el “porqué” de un precepto. La Biblia nos dice que no mintamos, y el principio en que se basa es que Dios quiere que seamos honestos. De este modo, no sólo sabemos que es incorrecto mentir, es también incorrecto copiar en un examen, porque no es honesto hacerlo.
  • Persona. Hay una última prueba si quieres saber si algo es correcto: Compáralo con la persona de Dios. ¿Cómo se compara con lo que tú sabes del carácter tierno y amoroso de Dios? Por ejemplo, sabemos que Dios nunca miente, por lo tanto sabemos que mentir es malo.

Además de ayudarnos a discernir entre lo bueno y lo malo por medio de sus preceptos, sus principios y su persona, Dios también pone a creyentes maduros en nuestro camino —nuestros padres, pastores, vecinos— para ayudarnos a adquirir la sabiduría que se obtiene al andar con Dios durante mucho tiempo.
PARA DIALOGAR: Piensa en todo lo que Dios te enseña por medio de sus preceptos, sus principios y su persona. ¿Deseas honrar a Dios obedeciéndole?
PARA ORAR: Señor, queremos seguir lo mejor que tienes para nuestra vida. ¡Ayúdanos a descubrir lo que es bueno y a aferrarnos a ello!
PARA HACER: Pon a prueba una situación problemática que tengas. Según los preceptos, principios y la persona de Dios, ¿qué debes hacer?


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