Lectura bíblica: Marcos 16:1-11
¡Ha resucitado!… como os dijo. Marcos 16:6, 7
—¡Quise decir lo que dije y dije lo que quise decir… Un elefante es ciento por ciento fiel!
Si te gustan los cuentos del doctor Seuss, sabes que esas palabras fueron dichas por Horton, el elefante, en Horton Hatches the Egg (Horton incuba el huevo). En este relato, la mamá pájaro le cuenta a Horton qué cansada está de estar sentada sobre el huevo esperando que nazca su cría. El bueno de Horton acepta tomar su lugar en el nido mientras la mamá pájaro sale volando para tomarse unas breves vacaciones.
Pasan los días y Horton sigue en el nido. Vez tras vez se siente tentado a dejarlo. Pero cada vez responde: “Quise decir lo que dije y dije lo que quise decir… Un elefante es ciento por ciento fiel”.
Por fin regresa la mamá pájaro a su nido, la obligación de Horton ha terminado, y pronto sale la cría del cascarón. ¿Cuál es la moraleja del cuento? Como Horton, debemos ser fieles en cumplir lo que prometemos.
Eso puede ser difícil. En cambio, Dios cumple perfectamente su palabra.
Marcos 16 empieza con la noticia de que Jesús “quiso decir lo que dijo y dijo lo que quiso decir” acerca de volver a la vida después de su muerte en la cruz. Desde el punto de vista de los discípulos, las cosas andaban mal. Su maestro que los amaba había sido ajusticiado en una cruz. Y ahora se escondían por temor de que ellos también fueran asesinados.
No hay nada en la Biblia que nos diga que los discípulos recordaron o creyeron las predicciones de Jesús en Marcos 9:31, de que resucitaría de entre los muertos. Estaban “tristes y llorando”. Cuando llegaron a la tumba de Jesús algunas de las mujeres que habían seguido al Maestro, se asombraron de encontrar que la enorme roca que tapaba la entrada había sido quitada, ¡y que el cuerpo de Jesús había desaparecido! Pero un ángel les dijo que el Salvador estaba vivo, “como os dijo” (Marcos 16:7). Cuando los discípulos oyeron la noticia por medio de María Magdalena, “no lo creyeron” (Marcos 16:11).
Si hubiéramos visto a nuestro amigo y líder morir en una cruz, nos hubiera sido difícil creer que estaba vivo. Pero Jesús hizo exactamente lo que dijo. Venció la muerte, salió de la tumba y hoy vive como Señor y Rey.
Jesús nunca ha dejado de cumplir una promesa. Podemos estar seguros de que cada promesa en las Escrituras fue hecha por aquel que cumple su palabra ciento por ciento. Y el que Jesús haya resucitado es nuestra prueba. ¡Qué gran razón para creer!
PARA DIALOGAR: El hecho de que Jesús cumplió su promesa de que resucitaría, ¿cómo hace que todas las otras promesas suyas sean para ti más fáciles de creer?
PARA ORAR: Señor, creemos tu Palabra. Ayúdanos a confiar aun cuando el mundo parece oscuro.
PARA HACER: ¿Te cuesta a veces creer lo que Dios ha prometido? Conversa con un cristiano más maduro acerca de las dudas que tienes.