Lectura bíblica: Marcos 2:23-28
El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. Marcos 2:27
Pedro, Andrés y los demás discípulos todavía estaban mordisqueando los granos de trigo que habían recogido cuando vieron las luces rojas y escucharon la sirena. Era la policía del día de reposo. Los fariseos se abalanzaron sobre los discípulos como la policía patrullera persiguiendo a un auto deportivo yendo a exceso de velocidad. “Han recogido grano en el día de reposo y eso significa que han desobedecido una regla religiosa muy importante”, habrán dicho, mostrando sus placas de conocimiento religioso. “Ahora sí que se han metido en un gran lío. Tienen el derecho de permanecer callados. Si renuncian a ese derecho, cualquier cosa que digan puede ser usada en su contra…”.
Bueno, quizá no fue exactamente eso lo que sucedió. Pero en Marcos 2, Jesús y sus discípulos sí fueron acusados de quebrantar algunas reglas importantes. A través de los siglos, los judíos habían producido una lista larga de reglas de lo que el judío podía y no podía hacer el séptimo día de la semana. Los líderes tenían las narices tan metidas en sus libros de reglas religiosas que no veían la verdadera meta del mandamiento de Dios en cuanto al día de reposo. Dios quería simplemente que su pueblo se tomara un día de descanso por semana para adorarlo y descansar (ver Éxodo 20:8-10). Pero los líderes que centraban su atención en las reglas habían convertido al día de reposo en un día de prohibiciones en lugar de un día de descanso.
Para Jesús, las personas eran más importantes que las reglas humanas sobre conducta religiosa. “El día de reposo es un día para disfrutar, no una regla para guardar” parece estar diciendo en Marcos 2:27. Para sus discípulos hambrientos que andaban caminando, el día de reposo significaba recoger manojos de trigo para comer aunque fuera contra la ley “cosechar” trigo el séptimo día.
Muchos cristianos en la actualidad están aferrados a seguir reglas en lugar de dar prioridad a las personas. Botan a la basura una invitación a una fiesta de cumpleaños porque es en la casa de no creyentes. Pero los no creyentes se dan cuenta, y creen que no son importantes para nosotros o para Dios mientras no cambien. ¿No perderías interés en el cristianismo si lo único que te enfatizaran fuera “lo que sí y lo que no puedes hacer”?
Aquí tienes un tema para comentar honestamente: ¿Eres alguien que centra su atención en la gente o la centras en las reglas? ¿Te ven tus amigos no creyentes como una persona que es abierta con ellos y que los aceptas como son, o como alguien que se cree mejor que ellos?
Algunos de los más malvados de la época de Jesús se acercaron a él y fueron transformados porque él los recibió, amó y aceptó. Ese es el resultado de un vivir centrado en las personas. ¿Te gustaría ser parte de esa clase de éxito?
PARA DIALOGAR: ¿Alguna vez te has mantenido apartado de los no creyentes? ¿Por qué? ¿Qué te gustaría hacer que sea diferente?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos a reconocer cuáles son las reglas que realmente proceden de ti, y cuáles nos impiden mostrarles tu amor a nuestros prójimos.
PARA HACER: Busca oportunidades hoy para demostrar tu cariño a un no creyente.