Lectura bíblica: Lucas 16:19-31
Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Apocalipsis 20:15
—¡No digas esa palabra! —gritó el amigo de Armando. Armando lo miró sorprendido:
—¿Qué palabra? ¿Infierno? Es que estaba explicando que la Biblia dice que el infierno es…
—¡No digas esa palabra! —interrumpió su amigo.
—¿Por qué? —preguntó Armando—. No estaba mandando a nadie al infierno ni maldiciéndolos.
Es posible que a tus amigos no les importa hacer bromas acerca del infierno. Pero si empiezas a hablar de él como lo hace la Biblia, explicando que realmente el infierno existe, tus amigos posiblemente se desilusionen. Sí, si Dios es tan absolutamente amante, tus amigos quieren saber por qué creó un lugar donde los seres humanos estarán separados de él para siempre. ¿Y por qué manda a la gente
a un lugar tan terrible?
Buenas preguntas. La Biblia dice que Jesús —que amó tanto al mundo como para morir por él— un día dará “retribución a los que no han conocido a Dios y a los que no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos serán castigados con eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:8, 9). Ese es el lugar que llamamos infierno.
El infierno puede ser difícil de comprender y aun más difícil de explicar, pero esto es lo más importante que podemos saber de él: el infierno es algo que elegimos o no.
La cuestión es que Dios no va a forzar a nadie a amarlo. Nosotros elegimos amar o no amar a Dios. Su plan para salvar por medio de Jesús es hacer todo lo que está dentro de su cariñoso poder para invitarnos a amarlo.
Pero cuando alguien se niega a aceptar el amor de Dios que invita, no le quita su libertad. No va a forzar a nadie a ir al cielo si no quieren andar en su compañía por la eternidad. Por eso infierno es el lugar donde un Dios muy paciente envía a los que se niegan a obedecerle y a ir por el camino de él. Intenta ganarlos, pero al final dice: “¡Bueno, si así lo quieres, así será!”.
El infierno es algo que escoges o no, pero la Biblia no deja ninguna duda sobre lo horrible que es. Es un lugar muy lejos de Dios, su pueblo y de todo lo bueno.
El infierno es algo que el no creyente escoge y donde tendrá que vivir para siempre. Por eso Dios nos encarga la tarea de hablar con las personas a nuestro alrededor que no creen en él. ¡Quiere que los ayudamos a saber que Jesús es el Hijo de Dios, y que vino para ser su Salvador y Rey!
PARA DIALOGAR: ¿Es el infierno una realidad? ¿Es injusto? ¿Cómo nos muestra realmente el gran amor de Dios?
PARA ORAR: Señor, que no perdamos ninguna oportunidad para compartir el amor de Cristo con nuestros amigos no creyentes, para que disfruten del cielo con nosotros.
PARA HACER: Dialoguen sobre cómo puede explicar sabiamente a alguien que no ha confiado en Jesús por qué tiene que haber un lugar como el infierno.