Toda cultura humana conocida por el hombre ha tenido una ley moral. Lo encontramos en los registros de culturas pasadas, así como en todas las sociedades actuales. Estas leyes protegen la vida; ellas gobiernan el matrimonio y las relaciones familiares, condenan el robo, y animan a hacer el bien a otros. Acompañando estas leyes, sin embargo, están las personas que resisten la imposición de la moralidad en su comportamiento. Cuando un número significativo de personas gana suficiente poder o apoyo para su posición, puede ocurrir una aberración significativa, como sucedió en la Alemania de Hitler o en la aceptación de la práctica del aborto en muchos países hoy en día.
¿Cómo explicar un código moral que está tan consistentemente presente en todas las sociedades? ¿Cómo explicamos el sentido innato del bien y el mal que la mayoría de los humanos admiten que sienten? Si decimos que la intuición moral es un proceso de oportunidad ciega, entonces la moralidad es un truco aleatorio de la naturaleza para hacernos obedecer. Un estándar objetivo, universal y de moralidad constante entre las culturas del mundo apunta a la existencia de un Dios personal y moral.
El novelista ruso Fyodor Dostoyevsky dijo que sin Dios perdemos una base objetiva para hacer juicios morales. Que sin una ley superior sobre la humanidad, ¿quién puede decidir la verdad moral? La verdadera moralidad proviene del carácter y la naturaleza de Dios y es vinculante para su creación. Sin Dios, “bueno” se convierte en un término relativo que siempre está cambiando.
Pregunta: ¿Cómo puede usted responder al argumento de que puede haber un estándar del bien y del mal sin Dios?
Pregunta: Si usted y yo no podemos ponernos de acuerdo en lo que es la verdad, ¿Decidiremos con el lanzamiento de un dado?
Contenido adaptado de 77 Preguntas profundas sobre Dios y la Biblia por Sherri Bell
Traducido por Pilar C. Quintero
