¿Cómo Puedo Creer en el Cristianismo?

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Hace algún tiempo, tuve la oportunidad de sentarme con alguien que quería ver si podía ayudarlo a recuperar su fe en el cristianismo; la cual había perdido hacía mucho tiempo. Mientras hablábamos, me sentí confundido acerca de lo que realmente estaba luchando por creer. Preguntas como la existencia de Dios, la confiabilidad de la Biblia y la resurrección de Jesús en realidad tenían bastante sentido en su mente. Al final resultó que, lo que realmente le estaba impidiendo creer en el cristianismo era que ¡había tanto por ahí!

La enorme magnitud de la información falsa y engañosa en nuestro mundo ha dificultado que algunas personas confíen en el cristianismo, incluso si este tiene sentido en sus mentes. Debido a esto, armé un video compartiendo mis pensamientos sobre cómo es posible incluso discernir nuestro camino a través del cristianismo y otras innumerables religiones y espiritualidades.

Transcripción:

Para muchas personas, tanto dentro como fuera de la iglesia, nos enfrentamos a tanta información que nos quedamos preguntándonos: “¿Cómo puedo creer en el cristianismo cuando hay tanta información por ahí?

¿Cómo se pueden estudiar todas las religiones? Incluso si el cristianismo tiene un sentido decente, el hecho de que hayan tantas religiones, tantas por ahí, hace que sea difícil saber realmente si el cristianismo es verdadero.

Cuando se trata de una evaluación crítica de todas las diferentes religiones y creencias que existen, es útil comenzar reconociendo que solo un pequeño puñado de ellas son los tipos de creencias que pueden ser evaluadas.

Por ejemplo, no puedes investigar religiones que se basan en el mito o en el folclore. ¿Correcto? La mitología griega tiene todas estas historias de titanes y dioses interactuando entre sí. Las religiones tribales hablan de los dioses que las protegen y les dan lluvia. Pero si nos preocupa si algo es realmente cierto o no, la carga de la prueba de cualquiera de estas creencias religiosas recae sobre ellos, y cuando tienen poco o nada que decir, entonces parece razonable que no necesitemos gastar mucho tiempo allí.

Jesús, por otro lado, es aceptado casi universalmente como una figura histórica real que vivió, enseñó y fue crucificado, seguido de un movimiento histórico dramático de gente proclamando que resucitó. Ahora tenemos algo adjunto a la historia humana. Algo sucedió hace 2000 años en la ciudad de Jerusalén, y esto merece una explicación. Podemos trabajar con eso.

Del mismo modo, no puedes evaluar las religiones que se basan en preferencias en lugar de hechos.

Muchas creencias religiosas de la Nueva Era y del Este son así. Para ellos, la espiritualidad es una cuestión de creencia personal, no algo que se pueda mirar objetivamente. “¡Si el Yoga espiritual funciona, haz eso, si no prueba la meditación trascendental!” La idea es que encuentres algo que funcione para ti, no algo que sea objetivamente cierto.

Solo escucha a las personas cuando hablan de adoptar una religión oriental. A menudo dicen que les “gustaron” las enseñanzas o que las encontraron muy “interesantes”. ¡Está de moda! Curiosamente, la gente de Oriente suele pensar en las religiones occidentales de la misma forma. Esta no es una forma de determinar qué es realmente cierto.

Entonces, después de eliminar todas estas creencias, no queda mucho que pueda ser discutido racionalmente. Aparte del cristianismo, todavía tendrás que pensar en el islamismo, el ateísmo, el judaísmo y algunos otros. ¡Pero esto es mucho más manejable! Y así te adentras en el trabajo profundo. Escucha las diferentes perspectivas. Escucha sus argumentos. Y luego sopesa esos argumentos entre sí. Enfócate en el núcleo fundamental de estas creencias y pregúntate si este es coherente y está  justificado.

Y yo agregaría esto: Sí, puede ser difícil creer en el cristianismo cuando hay tanto por ahí. Pero de otras formas no es nada difícil. Porque al final del día, Dios es quien hace el trabajo llevándonos a la fe. Aunque Dios nos ha dado una mente para pensar en estas cosas, solo puede llegar tan lejos como abrir la puerta. Entonces, mi último consejo es este:

Mientras estudias estas cosas, ¡lleva a Dios contigo!

Incluso si no crees que él existe, puedes orar y preguntar sinceramente: “Dios, si eres real, quiero saberlo, y me comprometeré con la evidencia sin importar adónde me lleve”.

Te insto a que hagas de esta oración un hábito tuyo, y que comiences incluso antes de hacer clic en la siguiente cosa.

Propaga el amor de Dios

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